Nuevo desalojo en Zaragoza tras el desprendimiento de una terraza sobre un antiguo bar: "Un vecino ya había avisado de los crujidos"

Once familias han tenido que ser desalojadas y el lunes el ayuntamiento inspeccionará el estado del inmueble

Un bombero de Zaragoza en el local afectado tras el derrumbe.

Un bombero de Zaragoza en el local afectado tras el derrumbe. / AYUNTAMIENTO DE ZARAGOZA

Alberto Arilla

Alberto Arilla

ZARAGOZA

Nuevo desalojo en Zaragoza. En torno a las 12.00 horas ha sido desalojado un edificio de viviendas en la calle Zumalacárregi 32, debido al desprendimiento de una terraza interior de la primera planta, que ha caído sobre el local ubicado en la planta calle. El local es un antiguo bar que está en desuso y que estaba vacío en el momento del suceso, aunque hasta hace poco era usado por unos jóvenes como peña.

Tampoco había nadie en la terraza que se ha desprendido y no ha habido ningún herido, aunque la situación podría haber sido mucho peor. "El vecino que vive en esa terraza tiene críos y muchas veces están ahí jugando", contaba uno de los desalojados. Precisamente, ese mismo piso había alertado durante varias semanas de que se escuchaban ruidos provenientes del local. "Ya había avisado de los crujidos", asevera uno de los presentes.

Tanto es así que, de forma privada, la pasada semana un arquitecto realizó una inspección en el local y recomendó apuntalarlo. "Por desgracia, ha pasado antes el suceso que el arreglo", lamentaban. Con todo, fue ese mismo arquitecto quien sugirió a los residentes del primer piso que no usasen la terraza, y extendió esa recomendación a los trasteros inferiores que corresponden a cada vivienda.

Otro de los vecinos, Chema, no se encontraba en ese momento en casa, aunque en el grupo de la comunidad los mensajes llegaban desde las 10.30, cuando se han empezado a notar los primeros crujidos. "Hemos visto mucho revuelo y hemos venido corriendo. Ya estaba la policía y una técnica municipal y nos han dicho que cogiésemos lo indispensable para irnos, por lo menos, hasta el lunes", añade.

Un vecino afectado entra en el portal acompañado de un agente de policía

Un vecino afectado entra en el portal acompañado de un agente de policía / Carla Greenwood

En su caso, tendrá que alojarse en casa de sus padres hasta que se determine el futuro del bloque. Otra de las vecinas explica que, por el momento, no saben "nada". "Nos quedamos en casa del hermano de mi pareja esta noche", decía a las puertas de su casa, ataviada con un par de bolsas donde solo había podido llevarse lo justo y necesario. Otros de los moradores subían a sus pisos a recoger algunos enseres, pero siempre acompañados por la policía.

Inspección el lunes

Y es que la técnica municipal de guardia del Ayuntamiento de Zaragoza, en coordinación con Bomberos y Policía Local, han ordenado el desalojo preventivo de todo el edificio hasta el lunes, cuando el servicio de Inspección Urbanística analizará la situación en profundidad. En principio, fuentes municipales detallan que parece que la estructura de la edificación no ha sufrido ya que los pilares no se ven afectados.

El edificio está compuesto por once viviendas (cinco plantas con dos viviendas cada una más un ático), todas ellas habitadas en régimen de alquiler y propiedad de la misma empresa, aunque el local lo regenta otro propietario. De hecho, el aspecto del edificio es relativamente nuevo, ya que pese a que las viviendas son de los años 60, fue rehabilitado hace pocos años y todos los inquilinos entraron a vivir en él en verano de 2023.

Afecciones

En cualquier caso, la sensación que cundía entre el vecindario se resumía en una frase: "Es una putada". "Estaba en casa y suelo estar con música, por lo que no he oído nada. Se ha ido la luz, pero es algo habitual por las obras de al lado (donde se está construyendo otro bloque de edificios). He ido al chat de la comunidad a preguntar y ya han dicho que había que desalojar rápido el edificio", afirma Javier, que admite que ha sentido "miedo". "Soy un poco hipocondríaco y la verdad que me he asustado", concluye.

Su pareja, Rubén, llegaba entonces de trabajar. Por la tarde, de hecho, tiene que volver a su puesto. En su caso, se van a desplazar a una localidad cercana, donde residen los padres de Javier. "Esta tarde tendré que volver en coche a trabajar e irme después", señala.

Tracking Pixel Contents