¿Qué es un tren convectivo, el fenómeno meteorológico que ha arrasado pueblos en Aragón?

El delegado de Aemet en Aragón, Arcadio Blasco, analiza el fenómeno meteorológico que agravó las cantidades de precipitación registradas el viernes

Las labores de limpieza se alargarán durante días

Las labores de limpieza se alargarán durante días / Efe / Javier Cebollada

Sergio H. Valgañón

Sergio H. Valgañón

Zaragoza

Un tren convectivo. Tres palabras ajenas al gran público resumen lo sucedido en los pueblos gravemente afectados por las tormentas del viernes y las riadas posteriores que derivaron en destrozos en infraestructuras y pérdidas materiales con un gran impacto emocional. El delegado de la Aemet en Aragón, Arcadio Blasco, analiza un fenómeno para el que se siguen recopilando datos de precipitación.

«El viernes en la zona de Azuara o Herrera de los Navarros hubo un tren convectivo», resume Blasco, que recuerda que para la tarde del viernes ya se habían activado «anuncios naranjas por tormenta y algunos avisos por situación convectiva». Sin embargo, el tren, ese fenómeno temporal que provoca una mayor reacción, «agravó las cantidades de precipitación registradas en la zona durante esas horas».

Aunque se sigue trabajando en el registro de más cifras y su comparación con registros históricos, Blasco dispone de bastante información relacionada con los hechos del pasado viernes. «En Herrera de los Navarros el pluviómetro de la Aemet llegó a acumular 90 litros por metro cuadrado», cuenta a este diario el responsable de la agencia estatal en Aragón, que cita también los registros de las estaciones automáticas de Valmadrid, con 24 litros, o de Quinto, con 32 litros. «En ambos casos, la intensidad registrada de la precipitación fue torrencial», asevera el propio Blasco.

Esas tres palabras que se han hecho comunes para los aragoneses en las últimas horas aparecen de vez en cuando al suceder estos fenómenos meteorológicos con graves consecuencias. «No son extremadamente frecuentes, pero pueden tener lugar con relativa frecuencia», asegura Blasco, que explica que las tormentas que conforman un tren convectivo_«suelen formarse en condiciones específicas de inestabilidad atmosférica». Eso sucede cuando la dirección de avance de la tormenta «se alinea de manera homogénea».

Aunque la frecuencia de los trenes convectivos de tormentas es relativa, las condiciones sí que están bastante más determinadas. «Las principales causas para que se desarrolle este fenómeno son la presencia de aire cálido, que transporta la energía necesaria para el crecimiento de las tormentas, así como un ambiente atmosférico en el que el aire tiende a elevarse rápidamente», explica.

La combinación de estos factores facilita «la creación de nubes densas y cargadas de humedad», cuenta el delegado autonómico de la Aemet. Esto provoca «una cadena de tormentas que puede mantenerse activa durante horas, descargando grandes cantidades de lluvia».

Los equipos aragoneses de la Aemet trabajan en recopilar más datos para conocer a fondo cómo afectó el fenómeno. Blasco recuerda que «hay tormentas con picos torrenciales con cierta frecuencia en Aragón» y dice que eso sucede a veces por «no tanto lo que cae, sino por el cauce de los ríos o por otros factores» que hay en el entorno.

Sobre la posibilidad de que un tren convectivo descargue con esta violencia y genere impactos similares en la comunidad, Blasco se limita a defender que «tormentas y fenómenos meteorológicos adversos ha habido, hay y habrá siempre, eso es así». Sí que dice que «debido al cambio climático», este tipo de situaciones ha crecido: «La intensidad, su duración y la frecuencia con la que se dan estos fenómenos ha ido aumentando con el tiempo».

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