El restaurante aragonés que conquistó a Patricia Conde: "El mejor de Zaragoza sin duda"

Patricia Conde es la invitada de este miércoles en El Hormiguero. La presentadora y actriz se sienta con Pablo Motos para charlar sobre su participación en la nueva temporada del programa de Antena 3, El Desafío y, seguro, para dejar que el público la conozca un poco mejor y pase un buen rato.

Con más de 720.000 seguidores en su cuenta de Instagram, es habitual encontrar post en los que la vallisoletana comparte momentos de su vida cotidiana: risas con los amigos, sesiones de maquillaje, escapadas a Mallorca, viajes o rodajes, siempre con el toque de humor que caracteriza a Conde.

Uno de esos viajes trajo a Patricia Conde hasta Zaragoza y, más concretamente, hasta el restaurante La Rinconada de Lorenzo, que no dudaron en pedir a la famosa actriz que firmase en su libro de visitas iustres. En el texto manuscrito se puede leer un efusivo mensaje que da cuenta de lo bien que comió Patricia Conde en Zaragoza: "Gracias por darnos de comer tan BIEN!! El mejor restaurante de Zaragoza sin duda. Un beso enorme!! Nos veremos pronto". Desde el restaurante, presumen en su cuenta de Instagram de tan reconocida comensal asegurando que "La simpática Patricia Conde también pasó en su día por la Rinconada. Ya hace unos años pero comió tan bien que seguro que se sigue acordando".

Un restaurante tradicional de trato familiar

La Rinconada de Lorenzo es conocido en Zaragoza por su cocina tradicional aragonesa, con recetas caseras elaboradas con producto local. Un menú en el que la estrella es su paletilla de ternasco de Aragón al horno elaborada al estilo tradicional con patatas a lo pobre, pero en el que destacan otros platos como las migas aragonesas con jamón y uva, las borrajas con almejas, la ensalada de conejo escabechado, la morcilla con arroz de Aragón o el bacalao al chilindrón. Además, como colofón, para los que siempre dejan hueco para el postre, La Rinconada ofrece una selección de postres caseros que incluyen e arroz con leche, melocotón al vino o el helado de queso con guirlache.

Situado justo detrás de la Plaza San Francisco, llama la atención su fachada blanca de un marcado estilo aragonés, con unas grandes ventanas enrejadas con forja. Una vez dentro, en el comedor principal del restaurante, destacan dos grandes mosaicos hechos de cerámica de Muel que representan el Pilar visto desde el Puente de Piedra.

Una apuesta segura para quien quiera una comida típica de la gastronomía maña con "más de 50 años de experiencia y miles de clientes satisfechos", presumen desde el restaurante propiedad de la familia Navascués.