Ibercaja ultima un acuerdo para dar nombre a la nueva Romareda

El banco es la única empresa interesada que ha trasladado una propuesta para bautizar el futuro estadio y el modular construido en el Parking Norte, y la próxima semana se podría cerrar un pacto económico

Vista del campo modular desde el túnel de vestuarios.

Vista del campo modular desde el túnel de vestuarios. / Josema Molina

Zaragoza

Ibercaja está muy cerca de ser la marca aragonesa que bautice a la nueva Romareda y, de paso, a la mini Romareda que se ha construido en el Parking Norte. Así será si fructifican las negociaciones que en los últimos días se han intensificado entre la socidead que gestiona el proyecto, y que conforman el Gobierno de Aragón, el Ayuntamiento de Zaragoza y el Real Zaragoza, y el banco aragonés, que es la única firma que ha mostrado interés en costear el 'naming' del futuro campo de fútbol y ha trasladado una propuesta formal para hacerlo.

Ambas partes deberán, no obstante, acordar el futuro nombre del estadio, que mantendrá La Romareda como seña de identidad, y cerrar las cantidades económicas y la duración de un contrato publicitario que incluiría, según ha podido saber este diario, la posibilidad de bautizar también el hasta ahora innominado estadio modular del Parking Norte de la Expo. La firma aragonesa ha sido la única entidad que ha presentado una propuesta en la consulta abierta por la sociedad La Nueva Romareda SL para explotar el nombre comercial tanto del estadio modular en el que el club de fútbol jugará las dos próximas temporadas como del futuro campo municipal, que se estrenará en la temporada 2027-2028 salvo imprevistos de última hora.

Según ha podido confirmar este diario, el consejo de administración hará pública la decisión la próxima semana, aprovechando la finalización de las obras en la 'mini Romareda' y su urbanización. Aunque quedan flecos importantes por cerrar y que, de no haber entendimiento, podrían incluso dar al traste con la operación. Una posibilidad, no obstante, que por ahora nadie contempla y se sigue trabajando en acercar posturas. Las apuestas apuntan a una denominación del tipo Estadio Ibercaja, o viceversa.

La principal diferencia es el precio, ya que si la sociedad Nueva Romareda calculaba que se podrían ingresar en torno a 600.000 euros al año por el 'naming' si el Real Zaragoza seguía en la Liga Hypermotion, y hasta un millón si ascendía a Primera, la propuesta de Ibercaja está por debajo de estas expectativas. Y teniendo en cuenta que esta fuente de ingresos es inédita en el caso del estadio zaragocista, puede que esas diferencias se limen con celeridad en favor de alcanzar un acuerdo que significaría mucho más que un contrato publicitario.

Y es que esta decisión permitiría dar encaje por fin a un cuarto actor aragonés en el proyecto del nuevo estadio, algo en lo que las instituciones públicas implicadas llevan trabajando desde la constitución de la sociedad mixta que pilota la construcción del campo. Intentaron sin éxito que pasara a formar parte del accionariado, como hiciera Kutxabank con el nuevo San Mamés, por ejemplo. O a través de préstamos en condiciones ventajosas para financiar la obra, tal y como reconoció el consejero delegado de la compañía, Víctor Iglesias.

Mientras, desde Ibercaja se limitan a confirmar que el banco ha presentado su declaración de interés, pero en virtud de la confidencialidad que se le presupone a este proceso, deniegan detallar la propuesta. Aún así, el banco aragonés camina en solitario para ponerle nombre al estadio modular durante los dos próximos años, ya que, pese a lo especulado en las últimas semanas, no afloraron propuestas convincentes en la consulta pública que lanzó, sin carácter vinculante, la sociedad el pasado 2 de junio. Tras el plazo de presentación de manifestaciones de interés, que se extendía durante siete días naturales tras la publicación, solo Ibercaja se mantenía en pie.

Este hecho va en la línea de las declaraciones de la alcaldesa de Zaragoza y presidenta de La Nueva Romareda SL, Natalia Chueca, que ha optado este miércoles por la prudencia en el proceso. "Antes del primer partido tendremos el naming definitivo. Tenemos un interesado, todos podemos entender que está dentro de lo esperado", ha sugerido la alcaldesa, preguntada por si la entidad que le dotará de un nombre al estadio modular es una compañía aragonesa. La aportación del nombre al campo, tanto para el modular como para la futura Romareda, supone un pago anual por parte de la adjudicataria que se asemeja a un contrato por publicidad.

Una tendencia en campos de primer nivel

Ese es el modelo de negocio que ha aflorado en los últimos años en los estadios de los equipos más potentes de Europa, como el caso del Spotify Camp Nou del FC Barcelona, el Riyadh Air Metropolitano del Atlético de Madrid (antes fue Cívitas y Wanda) o el Allianz Arena del Bayern de Munich. Y, desde hace mucho más tiempo, el modelo implantado en grandes pabellones estadounidenses, como el Staples Center de Los Angeles o el caso de American Airlines, que ahora pone el nombre a la cancha de los Dallas Mavericks después de hacerlo durante años en la pista de los Miami Heat.

De vuelta a Zaragoza, el naming va a ser el modo en el que La Nueva Romareda va incorporar a un cuarto actor aragonés, un anhelo por el que llevan peleando el Gobierno de Aragón y el Ayuntamiento de Zaragoza desde hace dos años con la intención de que la entidad entrara en el accionariado como lo hizo KutxaBank con el nuevo San Mamés. Ibercaja tuvo sobre la mesa entrar en el consejo de administración, bien como accionista, bien a través de préstamos en condiciones ventajosas para financiar la obra, tal y como reconoció el consejero delegado de la compañía, Víctor Iglesias.

La cosa es que la sociedad se lanzó sin el banco aragonés, que decidió quedarse al margen en primera instancia, porque, entre otras cosas, la participación de entidades financieras en proyectos públicos está muy vigilada desde la crisis de 2008, por lo que su entrada exige contar con garantías para tener el visto bueno de los reguladores europeos. Sus últimas manifestaciones, tanto en público como en privado, pasan porque se sigue estudiando la viabilidad de la operación.

El nombre oficial se dará a conocer en las próximas semanas, quizás incluso en los próximos días. El nombre de la entidad debe aparecer en las lonas exteriores que cubrirán el estadio modular. Y eso tiene que estar listo para el 20 de julio. La semana posterior el Real Zaragoza jugará su primer partido (amistoso) en la que será su casa durante las dos temporadas que se avecinan. Pero salvo sorpresa mayúscula, se espera cerrar un acuerdo definitivo la próxima semana.

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