Zaragoza toma aire con 24 horas sin calor tórrido en la antesala de la primera ola de calor del verano

La capital aragonesa y el conjunto de Aragón registrarán hasta 4 grados menos antes de que los termómetros se disparen el fin de semana

Decenas de personas pasean por la calle Alfonso de Zaragoza este pasado martes

Decenas de personas pasean por la calle Alfonso de Zaragoza este pasado martes / Laura Trives

Zaragoza

Después de 6 días -que serán 7 este miércoles- con temperaturas por encima de los 38 grados y bajo el aviso naranja por altas temperaturas, Zaragoza podrá por fin respirar, aunque será de manera relativa y efímera.

Y es que dos tercios de Aragón ha atravesado una semana con los termómetros disparados hasta este miércoles, cuando poco a poco va amainando el calor y acercándolo a los valores normales para un junio en las últimas décadas. Con todo, Cinco Villas, centro y sur de Huesca, ribera del Ebro y Bajo Aragón mantienen los avisos temperaturas máximas.

Para alivio de muchos, será la última jornada de esta serie con calor asfixiante porque este próximo jueves la meteorología dará una leve tregua en Zaragoza y Aragón. La mejor muestra es que la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha desactivado los avisos mañana en todas las zonas de la comunidad a excepción del sur de Huesca, donde continuará el amarillo por temperaturas máximas de hasta 36 grados.

Breve alivio

Así, la jornada del jueves será la calma que precede a la tormenta, que aplicado a este caso, el día de tregua térmica antes de sumirnos en lo que parece que será la primera ola de calor del verano.

De momento, las máximas que se registrarán mañana en la capital aragonesa no superarán los 35 grados, unos valores que se acercan a una máxima normal en junio, pero que significa un alivio de más de tres y cuatro grados con lo visto en los últimos días. Esta bajada tendrá su réplica en el conjunto de Aragón, a excepción de localidades como Ontiñena, Monzón o Binéfar, que podrían registrar las máximas de la comunidad, según las previsiones de la Aemet.

Este impasse servirá para tomar aire antes de que vuelva un nuevo repunte térmico a partir del viernes que cogerá ya la forma definitiva el sábado, donde se esperan hasta 41 grados en Zaragoza, unos valores que se mantendrá, al menos, hasta el 1 de julio.

El responsable de este subidón de las temperaturas será la llegada de una masa de aire muy cálido procedente de latitudes bajas, situando un anticiclón sobre la península Ibérica mantenido en el tiempo, una situación que, según declaraciones de Rubén del Campo, portavoz de Aemet, a la gencia Efe supondrá "la primera ola de calor del verano en España desde el sábado y posiblemente hasta mediados de la próxima semana".

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