Crónica política

El ascenso de Teresa Ladrero. El PSOE encuentra en Ejea a su dama de blanco

La nueva secretaria general de los socialistas en la provincia de Zaragoza firma una ejecutiva con sello propio, recuperando la preponderancia de la capital y con una balanza de equilibrios en la que su voz pesa más que la de Pilar Alegría

Teresa Ladrero saluda a los militantes este sábado durante el Congreso Provincial del PSOE Zaragoza.

Teresa Ladrero saluda a los militantes este sábado durante el Congreso Provincial del PSOE Zaragoza. / Jaime Galindo

Alberto Arilla

Alberto Arilla

Zaragoza

Acababan de dar las 13.00 horas y en el auditorio de la residencia Pignatelli sonaban acordes procedentes de Ejea de los Caballeros. Con La Dama de Blanco, de su grupo paisano Tako, como banda sonora, Teresa Ladrero descendía hasta el escenario acompañada de Pilar Alegría y uno de sus mentores políticos y predecesor, Juan Antonio Sánchez Quero, antes de volver a subir hasta un atril que le esperaba en su puesta de largo como secretaria provincial del PSOE zaragozano.

Desde ahí, ante la atenta mirada de más de 200 delegados y militantes, la alcaldesa de Ejea y vicepresidenta de la DPZ lanzaba las líneas sobre las que va a virar su mensaje político en los próximos años. Primero, con un reconocimiento expreso y sin ambages de la corrupción que ha salpicado al PSOE en los últimos tiempos. "Hay que limpiar hasta el último rincón", se atrevía a augurar Ladrero, antes de salir al choque contra Natalia Chueca, Jorge Azcón y un PP al que los socialistas quieren desbancar en 2027.

Aunque, eso sí, con el matiz importante de no cerrar la puerta a un entendimiento con los populares. Así se desprende de algunas de sus frases, como esa petición de "Pacto de Estado" sobre vivienda, figura muy defendida históricamente por su también paisano Javier Lambán y maquillada posteriormente, antes de que nadie se sobresaltase, con un nuevo reproche al PP: "No están en esas". Pero lo cierto es que, en el momento actual, son pocos los mensajes similares que se escuchan en las filas de ambos partidos.

No en vano, Ladrero viene de una tradición política que hasta hace bien poco estaba muy alejada de los cánones del sanchismo. Su voz será la más diferente de las que se emitan desde Aragón, tal y como demuestra el núcleo duro del que se ha rodeado en una Ejecutiva que lleva su sello por encima de cualquier otro, aunque el peso de Sánchez Quero sigue estando presente. No solo de forma simbólica -el presidente de la DPZ ocupará una presidencia que será nominal-, sino también en los nombres que ocupan buena parte de la lista.

Y es que, si Alegría optó por la renovación total en su equipo, vetando a todos los secretarios generales de las agrupaciones locales de Zaragoza capital, Ladrero ha hecho todo lo contrario, aunando a la práctica totalidad de los mismos. Falta, por motivos obvios, Alfonso Gómez Gámez, este último suspendido temporalmente de militancia por su tangencial referencia en un audio de los célebres Koldo y Cerdán.

Diferentes sensaciones, misma lectura

Pero lo cierto es que todas las agrupaciones socialistas de la capital estarán junto a la ejeana los próximos años. Falta por ver, eso sí, si se hacen realidad los deseos de Alegría de crear una agrupación municipal única para Zaragoza capital. De hacerse, la portavoz municipal, Lola Ranera -que por cierto será ratificada nuevamente-, ocupa el primer puesto en la parrilla actual, manteniéndose como número 4 a nivel provincial pero como la primera de las zaragozanas al hablar estrictamente de los límites del término de Zaragoza.

Las sensaciones de las dos alas del partido, la que tiene una tradición más arraigada al lambanismo y la que es más proclive al sanchismo, eran bien distintas al cierre del congreso provincial. Significativo es, de hecho, la inusual cantidad de votos en blanco (cerca del 20% en algunos casos) en unas listas que eran candidaturas únicas. Aunque ambas partes coinciden en la lectura final: la ejecutiva es de Teresa Ladrero, no de Pilar Alegría.

En el primer caso, algunos incluso se aventuraban a celebrar en los corrillos que "el PSOE ha vuelto". ¿Los motivos? La variedad de nombres que, según entienden, abarcan todas las sensibilidades y no una sola. Por otro lado, algunos próximos a Alegría lamentaban el no haber dado "más batalla" en los contrapesos, e incluso hablan de un "paso atrás" en la "renovación" iniciada hace tres meses en el congreso regional.

Cierto es que el secretario de Organización, el alcalde de Borja, Eduardo Arilla, es de la cuerda pilarista, cuestión que esgrimen algunas voces para defender que, en el equipo de la ejeana, "todos estamos representados". Y tampoco hay que olvidar que Ladrero recuperará su puesto en el comité federal, cerrando así la cicatriz que aún permanecía en el ambiente tras su renuncia en Sevilla.

Una vez definidos los compañeros de viaje, Ladrero y su nuevo equipo deberán pulir el mensaje que van a emplear en los próximos dos años. "Desde hoy mismo activamos el partido en todos los rincones de Aragón", sentenciaba Pilar Alegría. La cuenta atrás ha comenzado y la ejeana sigue siendo la vicepresidenta de la única gran institución aragonesa aún bajo el poder socialista, la DPZ, desde donde plantearán las próximas jugadas de la partida de ajedrez política. O de damas. Porque Tako se preguntaba dónde está la dama de blanco, pero el PSOE parece haberla encontrado... en Ejea.

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