Mínimas afecciones en la huelga del tranvía: "El día del Pilar lo mejor es ir andando"

El tranvía de Zaragoza está en huelga. Pero con servicios mínimos del 80% y frecuencias de seis minutos, las afecciones entre los pasajeros están siendo mínimas. Y eso que la jornada se presta a un viaje al centro: sea para llevar un ramo de flores o para curiosear vestimentas y saludar a los conocidos. Pero también se presta a pasear. Al menos esa es la opinión de Pilar Barea. "El día del Pilar es mejor salir andando de casa", indica esta usuaria del transporte público en los días laborables. "Hemos bajado y subido caminando a ver la ofrenda, es el mejor modo de ver el ambiente", señala.

Una opinión parecida a la de Eugenio Marco, llegado desde Calamocha ("la ciudad más fría de España", según precisa) que no se ha visto afectado por los paros. "Hemos visto que los servicios mínimos son bastante amplios", señala. "No lo hemos notado, además desde los tranvías están informando en la parada sobre los posibles cortes", indica en la parada de Gran Vía.

Con la intención de pasar ante la virgen han bajado al centro de la ciudad la zaragozana Nerea Ibáñez y el turiasonense Marcos García. Conocedores de la huelga han optado por el autobús, un servicio que no se ha visto afectado a pesar de "algunos cortes" por el propio discurrir de los oferentes. "Es posible que la huelga cause problemas en algunos casos, pero nosotros hemos tratado de evitar el tranvía", indica.

Las afecciones, aunque mínimas, comenzaron en la media noche. "Aunque poco, afecta a las personas", señala Mario, del barrio de la Jota, que ha visto cómo la gente "ha esperado demasiado" en las horas puntas de una noche festiva, con muchas personas desplazándose por las diferentes zonas de ocio. En algunos momentos las esperas han superado los veinte minutos. Y eso, cuando se tienen ganas de llegar a casa, supone una complicación inesperada.

Los trabajadores comenzaron los paros a las 00.00 horas, provocando las primeras afecciones en el traslado de los jóvenes al Espacio Zity de Valdespartera. Con todo, los elevadísimos servicios mínimos aprobados por el Ayuntamiento de Zaragoza, para este domingo del 80%, están evitando complicaciones.

Primeros afectados

En la media noche el ambiente a la hora de coger el tranvía se notaba más cargado que de costumbre ya desde unos minutos antes de que comenzase la huelga. En ese momento, las frecuencias seguían siendo rápidas, de unos cinco minutos, pero cuando las agujas del reloj han marcado las 00.00, se han incrementado hasta los 16 minutos. En parte, eso sí, a que todavía permanecía el corte entre Murallas y Gran Vía, lo que provocaba un pequeño caos que se ha ido resolviendo conforme pasaban los minutos.

A esas horas, en la parada de Gran Vía, no todos eran plenamente conscientes de que había huelga. Muchos, de hecho, se han enterado tan solo unos minutos antes. "Nos ha avisado una amiga de Zaragoza hace una hora, pero ya era tarde y nos hemos encontrado con esto", decía Alicia, que iba a subir al Espacio Zity con un grupo de amigas de Burgos, y que además lamentaba que la fila "está poco ordenada". "Creemos que va a ser un poco caos", añadía.

Máximo, por su parte, también reconocía que había conocido la existencia de los paros hacía relativamente poco, lo que en su caso y el de sus amigos, también en dirección Valdespartera, sí les había terminado afectando. "El problema es que no sabíamos tampoco de dónde salían y nos ha fastidiado, porque venían unos colegas desde más lejos y ahora tenemos que esperar más rato", contaba, aunque después defendía una postura de apoyo a los trabajadores: "No estoy muy puesto en el tema, pero cada uno tiene el derecho de defender lo suyo. No me parece mal".

En esa misma línea se mostraba Daniel, otro joven zaragozano que iba acompañado de un grupo de amigos de fuera de Zaragoza. "Nos hemos organizado para pillarlo antes y nos hemos tenido que anticipar. Pero veo bien que los trabajadores protesten por las condiciones pésimas que tienen. Nos jode, sí, pero a ellos más", aseguraba. Luis y Marcos, más de lo mismo. "Entiendo la huelga por los conductores, aunque nos tengamos que fastidiar", expresaba, en los mismos términos.

A tan solo unos metros, Andrea esperaba la lanzadera del bus. ¿El motivo? El mismo. "De normal sí que subimos en tranvía, pero hoy tenemos que coger el bus y volveremos en taxi. Nos hemos enterado esta mañana y nos hemos organizado así", afirmaba, ya pasadas las 00.00 horas, cuando la fila en este servicio complementario comenzaba a hacerse más notable.