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Estas son las 'zonas calientes' del ruido en Zaragoza

Zaragoza apuesta por definir espacios tranquilos residenciales para reducir el impacto del ruido

Bloques de viviendas en el grupo Balsas Ebro Viejo, con el parque Tío Jorge de fondo.

Bloques de viviendas en el grupo Balsas Ebro Viejo, con el parque Tío Jorge de fondo. / El Periódico de Aragón

David Chic

David Chic

Zaragoza

El Ayuntamiento de Zaragoza está trabajando en un plan de acción contra el ruido de la ciudad para el periodo 2025-2029, un documento en el que, entre sus seis principales metas, se encuentra el reducir la población que vive por encima de los Objetivos de Calidad Acústica un 20% y disponer de un plan de acción para reducir el impacto del ocio nocturno.

La concejala de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Zaragoza, Tatiana Gaudes, ha detallado que el plan pondrá en marcha las delimitaciones de las diferentes Zonas de Protección Acústica Especial (ZPAE), que son los espacios "en los que hay que mejorar" puesto que se constatan, en toda su extensión o en parte de ella, incumplimientos de las recomendaciones acústicas. Aunque no están definidos los datos, se estima que casi un 80% de la población puede estar por encima de los umbrales oficiales.

En el caso de Zaragoza, y al objeto de evitar una excesiva fragmentación que dificulte el trabajo posterior, se han definido cinco zonas, una de las cuales abarca prácticamente toda la ciudad consolidada, en el interior de los límites de la Z-40. Las otras zonas de protección acústica especial serán las del oeste de la ciudad, incluyendo Casetas, Garrapinillos y alrededores, y el tramo junto a la N-232 entre San Lamberto y Monzalbarba y el polígono industrial de Las Ventas.

También se contempla otra zona en el sureste de la ciudad, en el espacio que rodea el corredor de la A-68 hasta La Cartuja Baja. La zona este está comprendida entre Montañana y Santa Isabel y la zona norte tiene en su interior a Juslibol, San Gregorio, San Juan de Mozarrifar y Peñaflor.

El plan también definirá las “zonas tranquilas” a reforzar dentro de las aglomeraciones residenciales, que serán los espacios en los que no se supere un valor determinado de índice acústico aunque estén incluidas dentro de la áreas de protección acústica especial. En este ámbito, la finalidad principal del plan es preservar "las zonas tranquilas más sensibles al ruido", así como avanzar lo máximo posible en la reducción del ruido para tender hacia los objetivos que recomiendan tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) como la Comisión Europea.

Terrazas de los bares

Estas áreas, definidas en función del tráfico rodado, se suman al resto de zonas calientes en las que se ha detectado este problema en la ciudad. En este casos las afecciones vienen definidas por el ocio nocturno y las terrazas de los bares, una realidad que se escucha en todo el Casco Histórico de la ciudad, en una zona comprendida entre el Mercado Central por el oeste y La Magdalena por el este, con la calle Mayor como uno de los epicentros.

El listado incluye la plaza España y el paseo Independencia, así como toda una serie de vías aledañas, como las calles Cádiz y Cinco de Marzo, y los alrededores de la plaza de Los Sitios, un entorno que recientemente ha sido declarado zona saturada, lo que impide abrir nuevos negocios de hostelería. Ahí también se contempla el eje de Conde Aranda. Y el eje comprendido en Francisco Victoria y Constitución.

Abriendo el foco los ruidos se concentran en la Gran Vía y el paseo Fernando el Católico y calles paralelas como Doctor Cerrada. Así como en el entorno de la plaza San Francisco por la proliferación de locales de ocio.

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