¿Cuántos coches verán afectado su día a día por las obras en la plaza San Miguel de Zaragoza?
El tráfico rodado permanecerá cortado durante seis meses a partir del próximo lunes 20 de octubre

Tráfico en la entrada a la plaza San Miguel de Zaragoza desde Miguel Servet, este jueves. / Laura Trives

Zaragoza afronta un final de año, que se ampliará a todo el próximo 2026, con tres proyectos estratégicos que obligarán a llevar a cabo obras en otros tantos enclaves estratégicos de la capital aragonesa, desde el Portillo hasta el Coso pasando por avenida Valencia. La cuenta atrás ya ha comenzado y las máquinas se pondrán en marcha ya el próximo lunes, 20 de octubre, en una de las tres iniciativas.
Concretamente, en la plaza San Miguel, que permanecerá cerrada al tráfico, mínimo, los próximos seis meses, siempre y cuando no haya contratiempos en unos trabajos de gran envergadura que también incluyen la reforma del Coso y por los que el consistorio va a invertir 7,2 millones de euros. De hecho, este proyecto se ha faseado, como también se hará en el Portillo y la avenida Valencia, para minimizar al máximo las molestias.
La primera y más evidente afección, con todo, la sufrirá el tráfico rodado de la capital aragonesa. En San Miguel, los trabajos obligarán a desviar hasta seis líneas de autobuses y a redistribuir más de 9.000 vehículos al día, que son los que pasan de media por esta céntrica plaza zaragozana. En detalle, desde el Coso y San Vicente de Paúl llegan cada jornada a San Miguel, por Espartero, 4.275 coches; mientras que en el sentido opuesto, en dirección hacia plaza España, circulan 4.868 diarios, según los últimos datos que manejan los técnicos municipales, correspondientes a 2024.
La principal fricción la sufrirá especialmente el centro de la ciudad, que se congestionará más al no poder llevar el volumen habitual de tráfico por San Miguel. Tres de los puntos que más afectados se verán son el eje paseo La Mina-paseo Constitución, ya de por sí con un alto volumen de tráfico, y las calles Asalto y Miguel Servet. Todos ellos asumirán tanto una mayor demanda de coches como de autobuses urbanos, procedentes de las seis líneas que serán desviadas.
Especialmente problemático será el paseo Constitución en su subida hacia la plaza Basilio Paraíso, con un solo carril de circulación y otro adicional exclusivo para taxis y buses. En ese punto, el tráfico ya va de por sí muy cargado, y ahora deberá sumar cientos de vehículos más al día. En ese sentido, el pasado año recibió de media 4.959 vehículos desde La Mina, provocando una congestión con 8.929 automóviles ya en Constitución, cifra que se elevaba por encima de los 9.000 al llegar a Basilio Paraíso.
Las líneas del bus
Estos más de 9.000 vehículos que ya no pasarán durante el próximo medio año por San Miguel, que incluyen también el tránsito del transporte urbano, se le sumarán las seis líneas de autobús que deberán modificar su recorrido, aunque realmente se dejarán notar las cinco diurnas (29, 30, 38, 39 y 40), ya que la sexta es nocturna (N5). El eje La Mina-Constitución, precisamente, recibirá tres nuevas rutas, la 38 (Bajo Aragón-Valdefierro), la 40 (que viene desde San José) y la 30 (Las Fuentes).
En el caso de la 38, un bus que por cierto ya fue modificado a principios de año para suplir el recorrido que hacía la extinta 24 en Valdefierro, el desvío consistirá en que, una vez cruce el puente de Miguel Servet, gire hacia paseo La Mina y desde ahí baje por Constitución en dirección al centro. A su vuelta desde Valdefierro, evitará nuevamente Independencia y el Coso, regresando nuevamente por el eje anterior.

Dos autobuses, en la plaza San Miguel de Zaragoza. / Laura Trives
La 40 seguirá teniendo la plaza Aragón como destino final, con la salvedad de que también se ahorrará el recorrido por el Coso e Independencia, al no poder cruzar San Miguel, y llegará hasta ella por La Mina y Constitución. En la rotonda de Basilio Paraíso dará la vuelta completa y regresará por el mismo sitio hacia San José. Y con la línea 30 sucederá algo similar, ya que su recorrido habitual ya discurre por Constitución hacia el centro, pero estos meses, en lugar de volver por Independencia, dará la vuelta en Basilio Paraíso y regresará nuevamente por Constitución.
Mientras, las líneas 29 y 39, en lugar de subir por Don Jaime y el Coso hacia San Miguel, continuarán por Echegaray hasta desviarse por Alonso V y la calle Asalto hasta Miguel Servet. En sus recorridos de vuelta, bajarán nuevamente por Asalto hacia la calle Monreal, desde donde retomarán sus trazados habituales. En total, se habilitarán cinco paradas nuevas para ambas líneas.
Las fases de la obra
La reforma integral de la plaza San Miguel, que abarca no solo su estética sino sus redes de saneamiento y el alumbrado, entre otras cuestiones, durará por tanto seis meses, hasta mayo de 2026. La primera fase será la que empezará el próximo lunes, que abarcará desde el centro de la plaza (por donde circula el tráfico) hasta la zona este, la más cercana al barrio de La Magdalena. La segunda se solapará a partir del próximo mes de febrero y abordará la parte oeste, la que colinda con la calle homónima, y también actuará sobre la calle Espartero y la conexión con el Coso Bajo y el Coso Alto.
El carril bici se cortará a su paso por San Miguel durante los próximos meses, aunque en este caso no habrá estaciones afectadas. Asimismo, las zonas de carga y descarga de la plaza se trasladan al paseo La Mina, donde se desvía buena parte del tráfico rodado, y en el caso de los cercanos a la calle Cadena y Antonio Agustín se ampliará su horario, de 8.00 a 20.00 horas.
Será a partir de mayo cuando las obras lleguen al Coso, donde permanecerán, en principio, nueve meses, hasta enero de 2027. No coincidirán, por tanto, con la Semana Santa, cuestión con la que se ha sido sensible, especialmente por la oferta hotelera de esta céntrica arteria zaragozana. Así lo desgranaron este jueves en rueda de prensa tanto la concejala de Movilidad, Tatiana Gaudes, como el concejal de Urbanismo e Infraestructuras, Víctor Serrano.
El plan de movilidad para las dos fases del Coso todavía no está definido, aunque esa división permite hacerse una idea de forma anticipada. Los dos primeros meses, entre mayo y julio, se actuará sobre la salida de Don Jaime hacia plaza España y en la conexión entre San Vicente de Paúl y el Coso Bajo, en el vértice de la obra que ya debería estar concluida entonces en San Miguel. Por tanto, en esos dos meses los buses que habitualmente suben por Don Jaime lo harán por San Vicente de Paúl y bajarán por el Coso hacia el centro.
A partir del verano llegará el grueso de la intervención, con siete meses de trabajo en el tramo comprendido entre San Vicente de Paúl y Don Jaime. En ese momento, todo el Coso estará cortado al tráfico (también se deberán redistribuir miles de vehículos, más de 10.000), pero los buses que suban por Don Jaime sí podrán acceder a plaza España. Esta última fase de las obras se prolongará, en principio, hasta enero de 2027, en las últimas semanas del mandato de Natalia Chueca, coincidiendo esta inauguración, si todo va según lo previsto, con las otras dos reformas integrales antes citadas: el Portillo y la avenida Valencia.
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