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Así fue la operación de los Bomberos de Zaragoza para retirar el primer nido de avispa asiática en la capital aragonesa

Fue ubicado en un árbol de la calle Santa Gema, en el barrio de San José

Así ha sido la retirada del nido de avispa asiática en Zaragoza

Zaragoza

Cautelosa, rápida y eficaz. Así se podría definir la intervención de la Unidad del Rescate Animal (Urra) en la retirada del primer nido de avispa asiática localizado en el núcleo urbano de Zaragoza. Fue en el barrio de San José, en la calle Santa Gema y quien se ve en el vídeo es Javier Fernández, coordinador de esta unidad especial que se hace cargo de este tipo de operaciones.

Se trata de una especie "no más peligrosa que las ya conocidas", pero con ciertas peculiaridades por su estatura. Son más grandes, al igual que sus nidos, y segrega más veneno. "Al tener un aguijón más grande duele más, pero su diferencia se reduce al tamaño", comenta el de la Urra.

Según el propio bombero de 48 años, fue una intervención que estudiaron mientras obtenían todos los permisos para llevarla a cabo. "Unos compañeros detectaron este nido ayer por la mañana mientras quitaban una rama en el árbol de esa calle", dice. Desde ese momento su equipo empezó a mover ficha y a buscar conseguir la autorización para su retirada. Fernández comenta a este diario que dependiendo de según qué condiciones se puede quitar o no. "Buscamos por la zona, unos 25/50 metros alrededor de ese punto de la calle, si se trataba de un nido primario o secundario, para así conocer la ubicación exacta de la avispa reina".

Tras la negativa en este rastreo y concluir con que era el nido principal, los Urra recibieron la luz verde desde el Ayuntamiento de Zaragoza para intervenir y quitar el nido.

El bombero afirma que es una operación que tiene que tener su preparación. El primer paso es despejar el camino de ramas para poder "llegar hasta el nido sin tocar el árbol". Esto debido a que cualquier mínimo movimiento puede alertar a los insectos.

El segundo, es la hora, en este caso por la noche. "Las avispas no vuelan por la noche, por lo que optamos por acercarnos a menos de medio metro del nido lentamente y con luces de infrarrojos, un tipo de luz que ellas no pueden ver, por ende, no se alertan", asegura Fernández.

El tercero y último paso es la captura del nido con un movimiento rápido que ejecuta el coordinador de la Urra, metiendo la 'casa' de esta especie invasora en una "bolsa opaca resistente" con uso especial en esta clase de operaciones. "Tras meter el nido en varias bolsas, lo llevamos a la estación para dejarlo en un congelador durante 48 horas, para así garantizar la muerte de la colonia", explica el coordinador, con el fin así de estudiar la composición del avispero: cuántos insectos había, su tamaño y si estaba la reina.

Respecto al traje que utilizaron para protegerse, es uno más denso y rígido que los convencionales, o sea que pesa más. Y a esto se le añade una protección visual para cubrirse los ojos. ¿Por qué? "La avispa asiática, cuando ve que no puede picar, escupe un veneno muy potente por el aguijón. Si te cae en los ojos puede tener consecuencias muy graves", advierte Fernández.

Una especie invasora

Javier Fernández lleva 23 años como bombero en la capital aragonesa y desde el año 2019 formándose para realizar este trabajo. "En la Urra, el 80 por ciento de las intervenciones son causa de abejas o avispas. Esta especie asiática es una con mucha capacidad de adaptación y por eso le prestamos especial atención", explica.

Y no es la única vez que trata con ella, Fernández estuvo presente en su primera aparición en la comunidad, ya por 2016, en Sos del Rey Católico y otra en Sigüés. "Llevaremos ya entre 16 o 20 nidos de avispa asiática retirados en Aragón desde entonces, es el primer caso en Zaragoza ciudad y esperemos que el último, aunque al ser una especie que lleva en España desde 2010 es complicada su extinción", concluye el bombero.

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