Saltar al contenido principalSaltar al pie de página

El Rastrillo Aragón 2025 inunda Zaragoza de variedad y solidaridad: "Con el esfuerzo de todos esto siempre sale adelante"

Desde muebles, vajilla y ropa, hasta juguetes, vinos o incluso cuadros de pintores de la tierra

Comienza el Rastrillo Aragón 2025

LAURA TRIVES

Zaragoza

El Rastrillo Aragón ha vuelto a aterrizar en Zaragoza en su XXXVIII edición en la Sala Multiusos del auditorio de la ciudad. Otro año más en el que más de 100 voluntarios de todas las edades se pondrán detrás de los 26 stands que ofrecen en este espacio desde hoy hasta el 2 de noviembre. El de este año trae dos principales novedades, un puesto de Deportes, con chándales, camisetas o accesorios de primeras marcas, y otro Pop up, un recopilatorio de moda masculina y femenina que, según la Fundación Onazam, organizadora de este rastrillo, tuvieron "mucho éxito" en ediciones anteriores.

Aun habiendo sido hoy la inauguración de la edición 2025, el rastrillo ya se ha llenado y no había ningún stand en el que no hubiera gente curioseando. Desde panadería y pastelería artesanal, pasando por una sección de juguetes donde los más mayores ya se adjudicaban algún regalo para sus sobrinos y nietos, hasta un stand de aparatos electrónicos de segunda mano, como radios y teclados.

Clientes observando el stand de juguetes y libros para pequeños del Rastrillo de Aragón Onazam

Clientes observando el stand de juguetes y libros para pequeños del Rastrillo de Aragón 2025 / LAURA TRIVES

En la Alcoba de la abuela ya se notaba este flujo de gente. Un puesto dedicado a vender muebles antiguos, cuadro o espejos, todos ellos donados. Linda Albareda, responsable de este stand, explica que todo lo que sacan de ahí es limpio, es decir, que no lo han comprado ellos. "Cuando se vacía una casa llaman a la fundación para ir a recoger esos muebles, los más aprovechables, claro", concreta.

Albareda tiene un recorrido de más de tres décadas por el Rastrillo Aragón, estuvo antes en un puesto de lámparas, pero desde que "los unieron" con otro stand de muebles lleva siendo responsable de la Alcoba quince años, siendo doce voluntarios en total.

Una de ellas, Pilar, va a llevar con este 29 años colaborando con este puesto. "Normalmente vendemos todo, pocas veces hemos tenido que recoger", esto debido a que el último día hacen "ofertas muy buenas" que empujan a los visitantes del rastrillo a definitivamente "comprar el mueble que ellos querían".

Nos interesa más vender que recoger, para así no llevar nada de vuelta al almacén

Pilar Francés

— Voluntaria del Rastrillo de Aragón

Carolina es una de las pocas jóvenes dentro del equipo de voluntariado, en uno de estos 'puestecillos' de cosas para el hogar: Hogar viejo, donde venden todo tipo de vajillas y hasta electrodomésticos de segunda mano. "Llevo desde los 14 años. Después del covid estuve unos años sin venir, pero he vuelto, esto te da mucha vida", comenta la veinteañera. "En este puesto tenemos éxito, en general todos. La gente al final se acaba decantando por lo que necesita".

El producto que más abunda en ese tipo de eventos puntuales es la ropa y los artículos de moda. "Prendas de todas las tallas y colores, para adultos y jóvenes de todas las edades y de todos los estilos", comenta una dependienta de uno de estos stands, en los que se han dejado ver algunas figuras públicas como la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, probarse y llevarse a casa alguna prenda de sus perchas.

Al lado de este puesto de 'Ropa nueva' se encuentra el que dirige Agustín López, un "amante" del vino aragonés. "Vendemos denominaciones de la tierra: Borja, Pago de Aylés, Somontano, Cariñena o Calatayud. En Aragón nos gusta mucho el buen vino, hay una cultura muy rica", explica López, quien tras el "triunfo" de su stand el año pasado ha podido expandirlo este 2025. Hay de ciertas denominaciones que compran ellos, pero la mayoría de las botellas que exponen son "donaciones de las bodegas".

Un hombre de espaldas observando los vinos expuestos en el Rastrillo de Aragón 2025

Un hombre de espaldas observando los vinos expuestos en el Rastrillo Aragón 2025 / LAURA TRIVES

Ante la poca participación de los hombres en esta labor voluntaria, López da su punto de vista: "El rastrillo sobre todo ha vivido mucho de sus orígenes de las mujeres. Ahora se ve cómo nos vamos incorporando en puestos de alimentación, el vino u otros. Seguimos siendo minoría, pero hay que seguir animándoles para que nos acompañen".

Otro de los stands que más miradas atraía era uno de categoría artística: cuadros y obras de arte. "Pintura, leo sobre lienzo, dibujos y grabados. Todos de artistas aragoneses de nacimiento o de adopción que hayan desarrollado su carrera aquí", comenta Charo, voluntaria en el rastrillo. Como ella dice, hay obras de artistas reconocidos como Eva Armisén, Isabel Guerra o Sylvia Pennings, originaria de Ámsterdam e instalada en la comunidad. En cuanto a precios hay de todo: dibujos a 30 euros, acuarelas a algo más de cien u obras de arte elaboradas por alguno de estos pintores que superan los 4.500. Eso sí, por supuesto, todo para la beneficencia.

Tracking Pixel Contents