Saltar al contenido principalSaltar al pie de página

Las grandes cifras del contrato histórico del bus de Zaragoza: prorrogarlo cinco años más supondría 900 millones extra

Los pliegos establecen una serie de posibilidades que, de cumplirse todas, triplicarían el valor inicial

Dos autobuses eléctricos de Zaragoza, circulando por paseo Independencia.

Dos autobuses eléctricos de Zaragoza, circulando por paseo Independencia. / RUBÉN RUIZ

Alberto Arilla

Alberto Arilla

Zaragoza

El nuevo contrato del bus urbano de Zaragoza ya está publicado en los perfiles pertinentes. Ahora, las empresas interesadas tendrán dos meses para analizar toda la documentación (entre el estudio de viabilidad y los pliegos rondan las 800 páginas), interpretar la letra pequeña y presentar una oferta al ayuntamiento. 2026 será un año de "transición" y el servicio que ahora presta Avanza, que aspira a revalidarlo, se renovará en 2027.

El precio inicial será de 1.187 millones de euros, aunque podría incrementarse considerablemente si se cumplen una serie de condicionantes, como la ampliación de los kilómetros anuales o la prórroga de cinco años prevista en las condiciones. Esto supondría que el contrato estaría en vigor hasta 2041, en lugar de hasta 2036, algo que debería justificarse con las inversionesque aún quedarían entonces por acometer, si es el caso.

En primera instancia, las primeras cifras a resaltar están en que el bus tendrá 34 líneas diurnas, siete búhos (nocturnos), diez vehículos amarillos (movilidad reducida) que se reducirán a ocho a lo largo de la próxima década y un nuevo servicio a demanda hasta los seis hospitales con mayor densidad de la capital aragonesa. El total de kilómetros anuales previstos inicialmente superará los 22 millones anuales, que podrían ampliarse hasta 15,2 millones más. Esta modificación, de cumplirse al máximo, supondría más de 138 millones de euros extra por año.

Mientras, la prórroga de cinco años supondría cerca de 900 millones de euros por el servicio durante ese tiempo. Si se dan todos esos factores, unidos a otros conceptos (ingresos de usuarios, comerciales...) dan como valor estimado del contrato cerca de 3.000 millones de euros, casi el triple de su valor inicial. La licitación de esos primeros 1.200 millones irá in crescendo desde los 100 millones del primer año (2027) hasta los 134 millones del décimo (2036), casi el doble de lo que se paga de media con el contrato actual.

Déficit municipal

En ese sentido, los ingresos estimados para ese 2027 estarían por encima de los 140 millones de euros, pero deberían llegar a los 180 millones en su último año. Es decir, 40 millones más de ganancia, algo que además tendrá el condicionante de mantener de forma constante la tarifa a los usuarios, esto eso, no incrementar el precio. Por tanto, será el ayuntamiento el que deberá realizar un mayor esfuerzo que el actual (en este momento, la compensación municipal es el 63% de los ingresos de la contrata).

Y es que el consistorio soporta un déficit de 120 millones de euros anuales. Más de 22 de esos millones son para compensar las líneas deficitarias, que en el nuevo contrato también incluirán el bus a demanda para los hospitales. Casi 90 millones de euros corresponden a mantener las tarifas ordinarias y fomentar las diferentes bonificaciones. Y, por último, cumplir con las exigencias medioambientales (electrificación de la flota) le supone una inversión de 6,8 millones por año.

En este último caso, hay datos bastante significativos. Por ejemplo, los buses eléctricos (la flota deberá ser "cero emisiones" en 2036) permiten ahorrar 4 millones al año en concepto de combustible. Cada año, el mantenimiento es 2,2 millones más caro que en los anteriores vehículos, la amortización es de 6,9 millones y el resto de gastos financieros y fiscales ronda los 1,8 millones. En total, electrificar la flota supondrá al ayuntamiento una inversión (en forma de compensación a la adjudicataria) de 68,4 millones de euros en la próxima década.

Los beneficios para la empresa

¿Y cuál es el beneficio industrial? Para que el contrato sea atractivo, se deben cumplir una serie de condicionantes que permitan a la empresa concesionaria su desarrollo. En otras palabras, deben reportarle beneficios, que también están proyectados y que serán variables. El impulso principal será en los primeros años de servicio, para así poder satisfacer las inversiones pendientes y cumplir con el hito de tener el 65% de la flota electrificada en 2030.

De esta forma, el beneficio industrial comenzaría siendo del 6,1% (6,5 millones de euros) en 2027, alcanzando su pico en 2032 (un 8,8%, 10,5 millones de euros). A partir de entonces, comenzaría a descender paulatinamente hasta quedarse en un pequeño margen del 0,6% (767.000 euros) en el décimo año, 2036. En suma, la nueva concesionaria se llevaría en torno a 69 millones de euros.

Tracking Pixel Contents