El edificio del Tubo de Zaragoza declarado en ruinas será demolido y los bares no podrán reabrir hasta dentro de un mes: "Intentaremos ser lo más rápidos posible"

El edificio del Tubo de Zaragoza declarado en ruina inminente el pasado viernes será finalmente demolido y los negocios de la zona (el inmueble comprende los números 12 y 14 de la calle de los Estébanes), principalmente relacionados con la hostelería, no podrán reabrir hasta dentro de un mes, al igual que la propia calle, que permanece cortada. Esta es, al menos, la primera estimación que han hecho los técnicos del área municipal de Urbanismo, desplazados este lunes hasta la zona para hacer un chequeo exhaustivo del estado del edificio.

La primera decisión que han tomado los tres arquitectos municipales ha sido la de mantener la declaración de ruina inminente de un bloque que, pese a estar desalojado y vacío desde hace lustros, tiene relación directa con varios negocios de la zona, especialmente la terraza Libertad y la de El Plata. El pasado fin de semana, la discoteca Kenbo también se vio obligada a cancelar las fiestas de Halloween que tenía programadas por esta situación.

El próximo paso será proceder a la estabilización del inmueble para garantizar la seguridad. Estos trabajos comenzarán este mismo lunes por la tarde y se prolongarán, en principio, un mes, aunque desde el consistorio confían en poder reducir esos plazos a tres semanas, algo que solo determinará la evolución de los trabajos. El proceso comenzará por la trasera, en la parte más cercana a la Terraza Libertad y a El Plata, y consistirá en apuntalar de forma completa todo el edificio y descargar los elementos y su peso.

Según explican fuentes municipales, el edificio se conforma por diferentes cuerpos y todos presentan una "degradación severa, sobre todo por el tipo de materiales estructurales, compuestos en su mayoría por madera". Todas las tareas que se lleven a cabo a partir de ahora, calificadas por los técnicos como "muy delicadas", se harán de forma manual, al igual que la futura demolición, que en principio será completa. El siguiente paso será ese derribo, casi total, aunque también dependerá de la evolución de los trabajos de estabilización previos.

La calle Estébanes del Tubo, cerrada por un edificio en ruinas, el pasado fin de semana

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En ese sentido, conviene recordar que el inmueble está catalogado, concretamente de Interés Arquitectónico en grado B, que le da relevancia y protección, aunque no de primer nivel. De hecho, desde el ayuntamiento matizan que, pese a que en la ficha de catalogación de la web municipal aparece como grado A, se trata de una "errata". Es por esto último que se van a poner a salvo varios elementos (columnas de piedra y piezas de forjado y herrería) antes de proceder a la demolición.

Ruina inamovible

En cuanto a la fachada, la intención también es salvarla, aunque este punto nuevamente está sujeto al desarrollo de las obras en los próximos días. El motivo es que, a priori, tiene una estabilidad "importante" por sus propias características, como ha explicado el gerente de Urbanismo del ayuntamiento, Miguel Ángel Abadía. La escalera, por ejemplo, no correrá la misma suerte, ya que está "rota", aunque sí se salvarán algunos elementos como la barandilla metálica.

En cualquier caso, Abadía ha asegurado que van a intentar ejecutar los trabajos "lo más rápido posible" para devolver cuanto antes la normalidad al entorno, aunque la ruina inminente es inamovible. "Los tres arquitectos municipales coinciden", ha subrayado, admitiendo después que lo normal hubiese sido acometer una demolición "integral", pero que ese buen estado de la fachada hace que se vaya a intentar conservar.