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La construcción de la nueva comisaría de Mayandía en Zaragoza ya tiene fecha: costará 85 millones de euros

Interior impulsará antes de que acabe la legislatura unas obras que se dividirán en tres fases

Vista aérea de una de las alas de la comisaría de Mayandía completamente derruida, en una imagen del pasado julio.

Vista aérea de una de las alas de la comisaría de Mayandía completamente derruida, en una imagen del pasado julio. / JOSEMA MOLINA

Alberto Arilla

Alberto Arilla

Zaragoza

La nueva comisaría de Mayandía costará 85 millones de euros. Esta es la estimación que hacen desde el Ministerio del Interior, propietario de los suelos a través de la Siepse (Sociedad de Infraestructuras y Equipamientos Penitenciarios y de la Seguridad del Estado), y que acaba de sacar a licitación un concurso para redactar el proyecto de obra que, si bien no tiene plazo exacto ni de ejecución ni de duración, sí permite aproximarse a la fecha en la que los trabajos podrán dar comienzo en esta céntrica pastilla de Zaragoza. En este caso, será a partir de 2027 cuando la parcela, ahora casi vacía tras las demoliciones del antiguo cuartel, recibirá de nuevo las máquinas que le darán forma.

Pero primero deberá redactarse tanto el proyecto básico como el de ejecución, valorado en 762.300 euros (IVA incluido), en un plazo de doce meses improrrogables. Esto último es clave, ya que la previsión es adjudicar este contrato a principios de 2026. Y eso que, según el ministro Marlaska y el delegado del Gobierno en Aragón, Fernando Beltrán, la intención era que las obras empezasen a lo largo de 2026, aunque estos plazos hacen que la licitación para construir el nuevo complejo de la Policía Nacional, junto a la avenida Anselmo Clavé, salga ya durante el primer semestre de 2027, justo coincidiendo con el fin de las obras de reurbanización de su pastilla vecina del Portillo. Por tanto, las obras previsiblemente empezarían antes de que acabase ese año.

Aunque, en este contrato primigenio, se establecen una serie de cláusulas que la consultora que se encargue finalmente de dibujar el boceto de la comisaría deberá seguir. El primero, ya mencionado, el precio, que deberá estar en torno a los 70 millones de euros antes de impuestos. Es decir, Interior invertirá cerca de 85 millones, contando el IVA, que se suman a los 2,7 millones de su demolición previa, que también incluían la reforma del único bloque que no fue derribado. Pero el coste no es lo único que llegará delimitado de antemano.

Otras de las cuestiones que se subrayan tienen que ver tanto con la propia construcción de la comisaría, que deberá dividirse en tres fases, como en su aspecto final, con un edificio dividido en dos volúmenes, al sur y en el centro del solar (que desde hace unos días se está usando como aparcamiento), que se unirá al único inmueble que no ha sido demolido, el que hoy acoge al norte de los suelos la comisaría del Distrito Centro. También quedan en pie los vestuarios de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) y el Centro de Transformación, aunque ambos serán derribados durante las obras.

La nueva distribución

Así pues, el aspecto final de la parcela, de cerca de 9.000 metros cuadrados, estará dividido en varias alturas. Junto a la calle General Mayandía seguirá estando la actual comisaría del Distrito Centro, mientras que los nuevos equipamientos se ubicarán en los dos volúmenes citados, que formarán parte del mismo edificio (casi 40.000 metros cuadrados de superficie construida) pero que contarán con un inmueble en la parte central, que dará a la que entonces será la renovada avenida Anselmo Clavé, y un gran bloque en la zona sur, donde estará el acceso principal, en Madre Sacramento.

En el central, por su ubicación, irán las dependencias generales y los aparcamientos, a los que se entrará y saldrá por Anselmo Clavé. Serán cinco plantas sobre rasante además de una planta baja, y los 230 vehículos (42 furgones, 137 turismos y 51 motos) aparcarán en un gran parquin de tres plantas (sobre rasante todas ellas) donde también habrá dependencias de los Grupos Operativos Especiales de Seguridad (GOES) y los TEDAX (artificieros). Estas dos unidades estarán en la planta calle, ya que necesitan tener capacidad de dar una respuesta rápida cuando son requeridos.

Coches aparcados en la parecela en la que se construirá la nueva comisaría en el futuro.

Coches aparcados en la parecela en la que se construirá la nueva comisaría a partir de 2027. / SERVICIO ESPECIAL

El tercer y último edificio en cuestión, el que estará junto a la calle Madre Sacramento, contará con hasta nueve plantas sobre rasante y una bajo su huella. Habrá un núcleo central que comunique todas las plantas con hasta cuatro ascensores y dos escaleras especialmente protegidas. En sus distintas alturas estarán servicios que irán desde la oficina de denuncias o de expedición del DNI y los pasaportes hasta las distintas jefaturas de la Policía Nacional. Mientras, el sótano estará dedicado a la unidad de detención, la galería de tiro y otros espacios como almacenes.

Además de la construcción de estos dos nuevos inmuebles, la empresa que ejecute los trabajos también deberá urbanizar la parcela, y más concretamente los dos espacios que quedarán libres. En uno de ellos, al sur de la parcela y cerca de la calle Madre Sacramento, se creará una suerte de plaza ajardinada que dará acceso peatonal al edificio. El otro estará comprendido entre el nuevo edificio y el que no fue demolido, y en él se habilitará un espacio para polvorines de los artificieros.

El faseado

El motivo de dividir los trabajos en distintas fases se debe a que el proyecto debe prever la conexión del nuevo edificio con el ahora existente en Mayandía, cuya tercera planta ha sido reformada y que no va a derribarse. Además, la construcción deberá respetar el trabajo de la UPR, que ahora tiene las dependencias en el extremo sur del solar, hasta que puedan trasladarse a su ubicación definitiva en el nuevo cuartel.

La primera fase deberá servir para levantar bloque central, donde habrá tres plantas de aparcamientos y otras dos en las que, entre otras cuestiones, estarán las dependencias de la UPR. Por tanto, cuando acabe esta primera fase se derribarán los vestuarios donde ahora se ubican, al sur, en una segunda. Y la tercera y última construcción será la del bloque de nueve plantas en esa misma zona, junto a Madre Sacramento.

El sótano, que copa ambas partes y que incluirá la unidad de detención, los almacenes o la galería de tiro, se ejecutará casi por completo en la primera fase. Otra de las condiciones que deberá cumplir la empresa que redacte el proyecto será el contemplar que el edificio central, que se levantará en primer lugar, deberá funcionar de forma "totalmente autónoma" antes de que se ejecuten la segunda y la tercera fase.

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