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De obra en obra y tiro porque me toca: Mayandía se une a la 'partida' que transformará Zaragoza

El comienzo de la reconstrucción de la comisaría coincidirá con el final de los trabajos en el Portillo y avenida Valencia y el posible inicio en los paseos María Agustín y Pamplona

Obras de demolición de la antigua comisaría de Mayandía, en Zaragoza, el pasado mes de julio.

Obras de demolición de la antigua comisaría de Mayandía, en Zaragoza, el pasado mes de julio. / Josema Molina

Alberto Arilla

Alberto Arilla

Zaragoza

Como si del clásico juego de mesa se tratase, Zaragoza ya ha comenzado a lanzar los dados que le permiten ir de obra en obra y, con el paso de los meses, seguir tirando porque le toca. Así las cosas, la capital aragonesa ya ha caído en casillas como la del Huerva o La Romareda. En el caso de las calles, la plaza San Miguel ha dado el pistoletazo de salida a una transformación que incluirá, antes de que acabe el año, el comienzo de los trabajos en la avenida Valencia y, especialmente, en el triángulo del Portillo, que además de convertirse en un nuevo parque cambiará la escena urbana de la ciudad gracias a la reforma de Escoriaza y Fabro, Escrivá de Balaguer y Anselmo Clavé.

Precisamente, junto a esta última arteria, ahora calle y dentro de poco avenida, se ubica la parcela (o casilla, en este caso) que los dados acaban de desbloquear. La futura comisaría de Mayandía comenzará a construirse a partir de 2027 con una inversión estatal que rondará los 85 millones de euros. Y lo hará a tan solo unos metros de donde las máquinas habrán estado obrando hasta ese entonces, en el proyecto del Portillo que, si todo va según lo previsto, acabará de concluir. Por tanto, una vez pasen esas afecciones llegarán otras, aunque en principio mucho menos molestas, en la pastilla de casi 9.000 metros cuadrados donde se levantará el nuevo cuartel, sobre las ruinas del que fue derribado recientemente.

Los jugadores en la partida particular de la transformación de Zaragoza son varios. Si en este caso es el Estado, a través del Ministerio del Interior y, más concretamente, del Siepse, el que va a acometer toda la intervención, en su casilla vecina, la del Portillo, estarán involucrados hasta tres actores diferentes, todos bajo el paraguas de Zaragoza Alta Velocidad y con un coste cercano a los 32 millones: el propio Gobierno central (a través de Renfe y Adif), el Ayuntamiento de Zaragoza y el Gobierno de Aragón.

Estos dos últimos también colaboran en proyectos estratégicos de ciudad ahora en marcha, como la construcción de la nueva Romareda (más de 150 millones) o la renaturalización de las riberas del Huerva, aquí con ayuda de Europa (casi 32 millones de euros). Pero es el ayuntamiento de Natalia Chueca el que más está interviniendo en las principales vías de la ciudad. Tras acabar otras previas como la avenida Navarra (en principio, este mes) o las dos primeras fases de la avenida Cataluña, ahora es el turno de la plaza San Miguel y el Coso.

En este último caso, la previsión es que las obras concluyan a principios de 2027, cuando también deberían finalizar las del Portillo y las de avenida Valencia. Y sería en ese entonces, con el entorno de la antigua estación ya reformado, su salida hacia avenida Valencia ya solventada y el Coso reabierto al tráfico, cuando las máquinas regresarían a Anselmo Clavé para comenzar a construir la primera fase de la comisaría, donde irá el edificio con algunas dependencias y, sobre todo, el aparcamiento para 230 vehículos.

Pero la partida, siguiendo con el juego, no acabaría ahí. Y es que la alcaldesa Chueca ya ha encargado los estudios para abordar la reforma del eje María Agustín-Pamplona-Constitución, en el mismo entorno que el nuevo cuartel. Ni las tres fases de las que constará la reconstrucción de la comisaría de Mayandía ni, por supuesto, la futura reforma de los tres paseos cuentan todavía con plazos. Pero, atendiendo a los precedentes, no sería descartable que, cuando la nueva casa de la Policía Nacional en Zaragoza esté a punto de estrenarse, las máquinas volviesen a cambiar de casilla.

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