Música, tradición y cultura, emblemas de los festejos

Remolinos vivió del 11 al 15 de junio unas fiestas intensas y emotivas, marcadas por la música, la tradición, la cultura y el cariño compartido entre vecinos, peñas y visitantes.

Este año, el pregón corrió a cargo de David, el alma inquieta del pueblo que, tras más de cuatro décadas, ha cerrado su mítico bar El imperdible. Aunque lo deja en pleno apogeo, David ha decidido tomarse un merecido descanso.

Su pregón fue un homenaje al valor de la plaza como lugar de encuentro, y un mensaje de agradecimiento a todo el pueblo por haberlo acompañado tanto en su vida laboral como en su incansable labor cultural, que no cesa y seguirá participando activamente en la vida cultural de Remolinos.

Las fiestas comenzaron con actividades pensadas para los más pequeños: magia, bailes y un DJ en la plaza marcaron el primer día. El jueves, el almuerzo popular congregó a numerosos vecinos y visitantes, que, a pesar del calor, disfrutaron también de los tradicionales ranchos y del torneo de guiñote. Por la tarde, recorrido de peñas, con una masiva participación, y el concierto de Jadey y la Buena Onda, que trajo buena música a la noche.

El viernes y sábado destacaron las magníficas orquestas del pabellón. Como cada noche, el toro de fuego se convirtió en una cita ineludible tanto para pequeños como para mayores, llenando la plaza y alrededores de emoción y risas.

Durante el fin de semana no faltaron las vaquillas con la tradicional bajada del monte, antes de almorzar. Aunque algunas sesiones se vieron interrumpidas por las tormentas, todo transcurrió con normalidad y buen ambiente.

La Charanga del Pilar animó las calles durante todas las fiestas, con su habitual alegría, y el domingo la Comparsa de Gigantes y Cabezudos de Alcorisa animó la mañana por las calles de la localidad.