Las ánimas toman las calles en una dulce velada

Varias localidad de la comarca de Valdejalón celebraron la festividad de Halloween con distintas actividades.

Alpartir se celebró su tradicional Noche de las Ánimas. Primero los más pequeños tomaron las calles del pueblo para recoger chucherías de las casas vecinas. Luego todos pudieron disfrutar de una deliciosa y divertida chocolatada sangrienta y la fiesta continuó hasta altas horas con música para los más mayores en el Pabellón Municipal La Unión.

En Bardallur, la Asociación Amigos de Bardallur realizó un pasaje del terror que fue espectacular por su decoración y los voluntarios que se disfrazaron. Desde el ayuntamiento dan las gracias a todos, y especialmente a Javi y Mari que se despiden de la asociación a lo grande.

También en Épila, con el corazón muy triste por los sucesos de la DANA, pero por una buena causa, la Concejalía de Festejos organizó un pasaje del terror espectacular dentro del evento Noche de Halloween, cuya recaudación fue destinada a la asociación Dona Médula Aragón. El pueblo de Épila logró recaudar 1.000 euros para esta causa.

En La Muela se realizó una fiesta infantil en el Pabellón Viejo, un pasaje del terror con voluntarios que disfrutaron más de mil vecinas y vecinos, y una discomóvil.

En Plasencia de Jalón, Halloween comenzó con pintacaras para los más peques, seguido con pasacalles truco o trato. Luego hubo escena de brujas en la hoguera y casa del terror, para finalizar con cena de brasas para todos los asistentes en las pistas polideportivas. Desde el ayuntamiento dan las gracias a la comisión de festejos por «la implicación, por preparar todo, por dar ideas, y por trabajar sin esperar nada a cambio», señalan.

Por último, en Ricla, la tarde del 31 de octubre comenzó de la manera más terrorífica posible. Sus calles sufrieron una invasión de zombis, vampiros y numerosos esqueletos que hacían casi imposible andar sin llevarte algún susto. El ayuntamiento organizó un pasacalles por la localidad donde los niños pudieron disfrutar de malabares y tragafuegos. Y al día siguiente, en el local de la pista, se organizó un taller de recetas terroríficas donde los pequeños chefs hicieron galletas, tortitas, unas bocas hechas con manzanas y muchas cosas más.