El icono por excelencia de esta actuación en el este de la ciudad es, sin duda, lo que ya se denomina la Torre de la Huerta, por su similitud con la del Agua, en Ranillas, y porque se crearía con una envolvente vegetal que haría funciones bioclimáticas y así estaría relacionada con la temática de la huerta. En ella se prevé disponer de un total de 45.200 metros cuadrados, de los que 35.700 irían destinados a vivienda (un 79%) y el resto, unos 9.500 a otros usos, para oficinas o espacios comerciales. Será un edificio que alcanzará como máximo las 30 plantas, superando los 80 metros de altura como la torre diseñada por Enrique de Teresa, contando con la ampliación de seis metros más que prevé hacer en ella la CAI (ahora tiene 77 metros). En el caso de esta torre en el este de Zaragoza, su altura máxima estará muy relacionada con la distancia que le separe del complejo residencial en forma elíptica que se quiere levantar cerca de ella. Según la normativa, si ambos están separados por unos 25 metros, la torre no puede rebasar los 75 metros de alto.