No es la primera vez desde que estalló la operación Púnica, hace dos años, que Aragón aparece relacionado con la trama. Ni siquiera Monzón, ya que al empresario José Luis Hidalgo, el dueño de Coehisa, le bloquearon las cuentas de cuatro sociedades presuntamente relacionadas con la trama. Llegó a establecer una constructora a medias con Marjaliza que promovió obras en Binéfar y Monzón, pero tuvo que acabar una obra que aquel dejó colgada en esta última ciudad.

Además, otro de los empresarios implicados, José Luis Huerta, formaba parte de la promotora Waiter Music, que se hizo cargo de los conciertos del Espacio Z de Valdespartera y del Anfiteatro de la Expo. En la exposición, el campo de golf y el apartahotel de Ranillas fueron promovidos por DHO, de Marjaliza.

En Perarrúa, otro investigado, José Luis Capita, tiene comprada la mayor parte del núcleo despoblado de Arués, donde pretende construir un complejo turístico.

La última posible relación de la trama que trascendió fue la relación de otra empresa investigada, Alfedel, con el colegio Ánfora de Cuarte. La denuncia fue archivada en Aragón y está en Madrid.