--Un punto de 18 y 6 jornadas sin ganar. ¿Como está el equipo?

--Lo que más daño nos hizo fue la semana de tres derrotas consecutivas, porque luego ante el Sporting merecimos ganar de forma clara porque el rival fue muy rácano. O, contra el Sevilla, perdimos, pero es que el rival no hizo nada. Nos está faltando fortuna, pero seguro que el grupo va a revertir esta trayectoria, empezando en Granada.

--Las dinámicas tan negativas afectan al final a la confianza...

--La del grupo está intacta, el equipo sabe bien lo que hacer. Ahora ante el Granada y el Mallorca son dos partidos de nuestra Liga, de equipos que están en nuestra situación, o un poco mejor, y nos van a marcar mucho. Son encuentros de tres puntos y algo más, nos jugamos muchas cosas ahora.

--¿No hay ansiedad?

--No, de verdad que no, estamos concienciados y hay un compromiso tremendo por salir de una situación que puede parecer si se quiere malísima, que hay un mundo, pero en realidad estamos solo a tres puntos de casi la mitad de la tabla, del puesto trece, y metidos de lleno en ese pelotón de la permanencia.

--La impresión es de un Zaragoza que viene en caída y que juega bastante mal al fútbol.

--Discrepo con ello. Al equipo le falta regularidad y continuidad en el juego, tiene altibajos. Es el momento de cambiar eso, hay que dar ese paso. Es la hora de tener personalidad, de hacer un buen partido y de ganar, algo que estoy seguro de que vamos a lograr en Granada.

--Para eso hay que encajar menos goles, 27 tantos es mucho.

--Es indudable y es algo grupal, debemos ser más fuertes en ese trabajo colectivo, para que cada gol nuestro sirva para sumar. Que el rival llegue muerto a nuestra portería por la presión.

--¿Cómo ve al míster?

--Muy bien, como siempre. Cree en lo que hace y logra que los jugadores crean en él. Es la persona ideal para sacarnos de esta situación. Ha tenido que acoplar un grupo con 13 fichajes, lo que no es sencillo en tres meses, pero lo veo con fuerza.

--Parece que el mensaje del técnico ha perdido fuerza últimamente.

-- Es la impresión que puede dar fuera, en los medios, pero a nosotros nos llega muy claro y el equipo lo capta a la perfección. Es un mensaje de exigencia, el equipo lo acepta y está a muerte con él. En muchos vestuarios pasa cuando llegan los malos resultados, hay fricciones y se generan dudas, pero aquí, no. La unión es total, se puede preguntar al que juega más y a al que lo hace menos, todos estamos convencidos. De hecho, yo no he escuchado a nadie salir y quejarse del técnico.

--La mejor manera de demostrar ese apoyo al entrenador es ganar. Si no, en el fútbol la cuerda se rompe siempre por el banquillo.

--Sé por dónde se rompe la cuerda, pero no pienso en eso. No confiaría si no hubiera mimbres, calidad o no creyera en el mensaje del entrenador, pero es que eso no es así. Aquí todo eso va a favor, son cosas que suman. Mire, el Granada parecía muerto, enganchó tres resultados y parece lanzado. Tenemos que encadenar dos resultados y el primero va a venir en Granada, seguro.

--¿Cree que Aguirre terminará la temporada en el Zaragoza?

--No tengo dudas: Javier Aguirre va a estar en mayo en el banquillo y viviremos en una situación tranquila. Es más, al último partido llegaremos ya salvados.

--Tendrá hecha la quiniela del descenso, los equipos que bajan-

--No, para nada. Lo que estoy seguro es que el Zaragoza no estará en esos tres puestos, al 120% de convencimiento, ya que veo un compromiso total en el grupo.

--Las circunstancias para ese compromiso no son las mejores. Jugadores cedidos, otros que han venido a través de fondos y varios acaban contrato en junio-

--Es fácil pensar que, como el año que viene no vas a estar, pues que te dé un poco igual. Eso no va a ser un problema aquí. Eso no sucede, desde el primero al último del grupo se lo toman como si la vida les fuera en esta temporada. Además, cuando se desciende no solo baja el equipo y el jugador se va y queda como un fenómeno. Bajar afecta a todo y a todos.

--Concurso, deudas de 145 millones, impagos- Todo eso es el Zaragoza. ¿Cómo les afecta?

--No estamos en una burbuja y estás al tanto de todo. No es cómodo vivir una situación así, pero hay que convivir con ello porque es la realidad. No se puede borrar de la noche a la mañana. Lo único que podemos hacer es trabajar, dejar al equipo lo más arriba posible, porque eso repercutirá para bien en los ingresos, de televisión y de otras cosas.

--En el último partido ante el Sevilla ya se escucharon cánticos contra Agapito. ¿Qué le parece?

--Ese ambiente no se hace fácil para nadie. La gente creo que sabe que el equipo está haciendo un esfuerzo. Tenemos que abstraernos de todos los problemas externos. A veces es difícil, sobre todo para los jugadores con menos experiencia y les puede afectar más, aunque ahí está el trabajo del grupo para que nadie se despiste.

--En esa capacidad de aislamiento, Aguirre ha sido decisivo.

--Es así, el míster ha sabido aislarnos. Pero no solo él, también los capitanes y la gente que viene de atrás, que se le debe dinero, pero están siendo súper profesionales y muy compañeros. En el vestuario no se les ha escuchado nada de sus deudas porque eso podría contagiar al grupo de pesimismo. Además, los problemas de impagos que pudo haber, ahora no los hay y eso no puede servir de excusa. El tema económico del club, a los que hemos venido ahora no nos ha afectado.