Un nuevo día en América, un nuevo tiroteo. Un asaltante entró ayer por la mañana en una universidad pública de Oregón y mató al menos a 13 personas e hirió a varias decenas, según las últimas informaciones proporcionadas por las autoridades. Algunos testigos creyeron inicialmente que se trataba de fuegos artificiales hasta que la sorpresa incial dio paso a gritos de pánico y al sonido seco y acompasado de las balas. Las informaciones preliminares apuntan a que se trataría de otro caso de terrorismo doméstico, como el golpeó en su día a otros centros educativos en Columbine o Virginia Tech. La policía detuvo a un asaltante, aunque al cierre de esta edición aún no había trascendido su identidad. El tiroteo se produjo en el Umpqua Community College, una universidad pública rodeada de campos que cuenta con más de 13.000 estudiantes. Situada en la pequeña ciudad de Roseburg, a unos 418 kilómetros al sur de Portland, no es una facultad al uso, ya que la media de edad de sus estudiantes fue durante el curso pasado de 38 años. Muchos de ellos estudian a tiempo parcial.

ASALTANTE NEUTRALIZADO Las primeras llamadas a los servicios de emergencia se produjeron poco después de las 10.30 de la mañana hora local. "Al llegar nos encontramos a varios heridos en varias clases", aseguró uno de los oficiales de bomberos a la CNN. "La policía ya estaba allí y el asaltante había sido neutralizado", añadió.

Tras la llegada de los servicios de emergencia, todos los edificios del campus fueron evacuados para confirmar que no había otros hombres armados en el centro. Pero la estampida había comenzado antes, como relataron algunos estudiantes a través de las redes sociales. "Los estudiantes corren hacia todos lados. Dios mío", tuiteó una alumna del centro.

Algunas fuentes aseguraron que el pistolero disparó en la sala de ordenadores y luego siguió con su orgía de destrucción en otra clase. Su identidad o los motivos por los que perpetró el crimen múltiple eran anoche una incógnita, pero varios medios infomaron de que se trataría de un veinteañero y que la víspera de la masacre dio algunas pistas de sus planes en las red.

"Esto es un verdadero trauma para una comunidad de este tamaño", dijo el número dos de la policía en el condado de Douglas, Chris Boice. "Mi nieta va a esta universidad y por la gracia de Dios hoy estaba enferma y se quedó en casa. En este momento tenemos que rezar mucho", añadió a una radio local.

La triste realidad es que los tiroteos de masas se producen con una frecuencia creciente en Estados Unidos, según varios estudios publicados recientemente. El más trágico se produjo el 16 de abril del 2007, cuando el estudiante surcoreano Cho Seung Hiu mató a 32 personas antes de quitarse la vida en la Universidad Técnica de Virginia, en la ciudad de Blacksburg.

Pese a todo, el Congreso y fundamentalmente la mayoría republicana han bloqueado todos los intentos del presidente Barack Obama para endurecer las leyes que regulan la tenencia de armas.