"He viajado mucho, he estado pendiente de las revoluciones árabes y tenía ya ganas de que sucediera algo así aquí. Por mi edad no puedo estar aquí acampada, pero no he querido dejar pasar la oportunidad de traerles comida y mantas, porque creo que este movimiento representa mi forma de pensar. Basta ya de corrupción y de sueldos de escándalo cuando hay gente que no tiene ni para pagar el alquiler. Lo que quiero es que cambie el sistema para que estas cosas no vuelvan a pasar cuando la situación económica vuelva a ser desfavorable. Los jóvenes necesitan alternativas urgentemente y para eso luchamos".