Los seudoargumentos de Cataluña para retener los bienes eclesiásticos aragoneses se van cayendo por su peso poco a poco. Ayer, en el juicio por las pinturas murales de Sigena, la jefa del Departamento de Conservación y Restauración del Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC), María del Carmen Mestre, reconoció que el traslado de las mismas no es "imposible", si bien advirtió de que, al hallarse guardadas en un soporte de tela y madera, su salida del centro de exposiciones podría causar un daño "irreversible", según recogió Efe.

"El problema es que la Generalitat no tiene argumentos, pues carece del único que le serviría: un título de propiedad sobre el mural", subrayó en declaraciones a este periódico Jorge F. Español, abogado del Ayuntamiento de Villanueva de Sigena. "Cataluña es plenamente consciente de ese fallo y sabe que por eso las pinturas tienen que volver con su legítimo propietario, que es Aragón", añadió el letrado.

EL CASO DEL 'GUERNICA'

El MNAC tiene las pinturas "solo en depósito", continuó Español, "lo que no le da derecho a secuestrarlas". De ahí, agregó, que "se agarre a las supuestas dificultades del traslado o a que las guardan y las cuidan muy bien, unos argumentos sin peso jurídico cuando lo que se ventila es la propiedad de las pinturas".

El abogado de Sigena estableció un paralelismo entre el mural del monasterio y el Guernica de Picasso, "que estuvo en Nueva York en depósito hasta que, como había pedido su autor, España tuvo un Gobierno democrático".

En la jornada de ayer, ambas partes llevaron sus peritos y expertos. Por parte aragonesa acudieron Fernando López Barrera, de la DGA; la historiadora Icíar Alcalá y Elías Terés, director del Museo Numantino, en Soria. Este último puso como ejemplo la recuperación de unas pinturas de la ermita de San Baudelio de Berlanga, que arrancadas en 1960 volvieron a su legítimo propietario en el 2000.

Por su parte, el letrado de la DGA, señaló que la cesión en depósito de las pinturas a la Generalitat se hizo cuando ya llevaban 50 años en el MNAC, un trámite que no se instrumentalizó con la institución.

"PÉRDIDA ENORME"

El exconseller de Cultura que firmó en 1992 un documento con la madre federal de las sanjuanistas para que las pinturas se quedaran en Cataluña a título de depósito, Joan Guitart, mantuvo que la "intención" de la comunidad religiosa era hacer una donación de la propiedad para que estas no salieran "jamás" del MNAC.

Pero el propio Guitart reconoció que desconocía si este procedimiento se atuvo al derecho canónico. Asimismo, las autoridades catalanas, según dijo, pidieron permiso a la Santa Sede para formalizar la donación, un paso, que en cualquier caso, no está acreditado.

El director del MNAC, José Sierra, subrayó que la marcha de las pinturas de Cataluña supondría una "pérdida enorme" para el museo, dado que en su opinión componen el mural románico "más importante del mundo".

Finalmente, dos técnicos aragoneses explicaron que el monasterio de Sigena ha sido acondicionado, tras una inversión de 3,8 millones de euros, para acoger las pinturas una vez estén en Aragón. Asimismo, hicieron hincapié en que la operación de traslado desde Barcelona a Villanueva de Sigena puede llevarse a cabo.

En la jornada de hoy comparecerán varios técnicos citados por la parte catalana y se procederá a la lectura de las conclusiones de las partes que intervienen en el proceso.