Son muchas las virtudes de Fernando Alonso, un rosario de cualidades que no solo le han proporcionado dos títulos mundiales, que le ha permitido luchar por la corona hasta la última carrera en tres ocasiones más o figurar año tras año entre los tres pilotos más valorados entre sus compañeros de parrilla y jefes de equipo. Y de entre todas ellas, el asturiano suele destacar las salidas: "Creo que es mi mejor cualidad". Y a ella se agarró para remontar posiciones en una carrera en la que partía decimocuarto para regalar a McLaren-Honda la sexta posición final, el mejor resultado de la presente temporada.

"El año pasado había veces que teníamos una salida buena por alguna circunstancia y, luego, nos pasaban por encima", recordó el asturiano. "Las dos primeras curvas fueron una locura y sacamos provecho de ello esta vez. En la curva 2 me fui por fuera para evitar el accidente y, luego, vi que en la curva 3 un Ferrari estaba mirando en mi dirección, girado, y pensé: 'Mira, pues aquí nos vamos a salir otra vez´", relató con humor. "Pero todo fue bien, fuimos librando un poco los choques y al final mantuvimos la posición creo que merecidamente". Esta vez, las posiciones ganadas en la arrancada no se fueron a la basura por la falta de ritmo del McLaren-Honda. "Aquí éramos competitivos y parecía que podíamos mantener el sexto o el séptimo lugar durante la carrera".

Alonso espera aún mejor rendimiento --"Vienen circuitos donde el motor es menos importante"-- a partir de ahora, sobre todo en Mónaco y en la próxima carrera, el GP de España, en Montmeló. Esa es también la esperanza de Carlos Sainz. El madrileño tan solo espera un fin de semana limpio de contratiempos, porque en Rusia, de nuevo, fue víctima de problemas mecánicos y de un ensañamiento por parte de los comisarios de la FIA. "Nos ha pasado de todo otra vez, la verdad. Estoy disgustado porque tenía ritmo con el coche durante todo el fin de semana. He hecho una grandísima salida donde me he colocado octavo. Pero luego hemos perdido potencia y tuvimos un problema en el motor durante algunas vueltas. Paré demasiado pronto por ello, y a partir de ahí la carrera ya estaba comprometida".

Después llegó una increíble sanción de 10 segundos por una maniobra en la que había adelantado con limpieza a Joylon Palmer. La penalización arruinó sus posibilidades de puntuar cuando rodaba décimo a pesar de todos los problemas con su coche y la estrategia.

Sainz fue uno de los damnificados del accidente de Sebastian Vettel. Daniil Kyviat golpeó dos veces por detrás al alemán, en la curva dos, y definitivamente en la 3, para empujarle contra las protecciones (solo cinco segundos de sanción). Del choque se aprovechó Lewis Hamilton para remontar desde la décima a la segunda posición. Lo hubiera hecho igualmente con Vettel en carrera. El ritmo de los Mercedes resultó demoledor. Hamilton remontó si problemas y Nico Rosberg se anotó su cuarto triunfo del año, cuatro de cuatro, sin despeinarse. Todos los que ganaron los cuatro primeros grandes premios fueron campeones.