Chechu Gargallo y Félix Latre son dos clásicos del balonmano aragonés. Ambos son dos entrenadores con una amplia trayectoria. Son tan diferentes como el día de la noche. Gargallo es histriónico, nervioso, un espectáculo en el banquillo. Latre es tranquilo, hierático y cerebral. Este profesor del colegio de Corazonistas tenía perfectamente estudiado a su rival. Eran los cadetes de Dominicos, imbatidos toda la temporada.

Tras más de seis horas de buen balonmano en el pabellón de Valdefierro, donde se disputaron las finales de los Regionales de Aragón en cadetes e infantiles, surgió la sorpresa. Los aficionados de Dominicos, que ocuparon la mitad de las gradas con sus bufandas, bombos y camisetas negras y blancas se quedaron de piedra. Corazonistas le dio una paliza en la segunda parte a uno de sus eternos rivales. Un 32-24 que rompió los pronósticos.

La jornada del sábado contradijo las penurias que se anunciaban con la desaparición del Balonmano Aragón. Este deporte también existe pese a que algunos piensen lo contrario. Las canteras trabajan con entusiasmo y siguen extrayendo diamantes en bruto. Maristas, Corazonistas, La Jota, Dominicos, Colores, El Buen Pastor o Cristo Rey son autosuficientes, no necesitan realizar fichajes y trabajan con los chavales con el objetivo de formarlos, educarlos y que en el futuro engrosen los primeros equipos de sus centros escolares.

Estos equipos se repartieron los valiosos títulos regionales. Comenzó la mañana muy pronto. El encuentro inaugural fue el infantil femenino de La Jota frente al Cristo Rey. El pronóstico era incierto, aunque en la grada ganaban por goleada la chillona afición amarilla del club de la margen izquierda. Al final el partido fue una cadena de imprecisiones por ambos equipos. El que menos falló fue La Jota, que ganó por 24 a 17. Era el premio a una cantera tradicional que siempre ha contado con magníficos equipos en chicas.

Con el paso del tiempo el pabellón se fue llenando de aficionados, padres y amigos de los jugadores, técnicos en una magnífica instalación que hervía de actividad. El diminuto bar no daba abasto y se formaban largas colas para tomar un café o el típico pincho de tortilla de patata.

Cadete femenino

Sin solución de continuidad en el parqué se seguían celebrando los encuentros. Tras las infantiles llegaron las cadetes. El título se lo jugaron La Jota y Colores. El equipo de Juan Carlos Gordo aguantó un tiempo a las rojillas. No le bastó con la intensidad y la motivación a La Jota. La segunda parte las jugadoras de Miguel Mendo y Juan Luis López, un equipo compuesto por múltiples nacionalidades, demostró su calidad y su mejor capacidad física ganando por 29-19.

Después López se quitó la camiseta de Colores y se puso la de Corazonistas puesto que era el entrenador del equipo infantil masculino que se enfrentaba a Dominicos. Enfrente estaba otro técnico de toda la vida. Es Pablo Asarte, que se formó en Coras, pero que ahora está en el equipo rival. Asarta tiene una larga lista de Regionales. Y en Valdefierro sumó uno más.

A Dominicos, que era el favorito, el temblaron las piernas la primera parte. Pero la segunda le sacaron del apuro su extremo Iván Tejero con nueve goles y el ágil portero Alejandro Sanz. Pese al pufo de los cadetes, Dominicos ganaba el título con 33 a 27 y demostraba ser la mejor cantera del momento tras sus títulos aragoneses en juvenil y territorial.