Aitana García, la niña de Tarazona operada en Boston con los fondos reunidos con la venta de 168 millones de plástico en tapones de botella, evoluciona bien tras la intervención quirúrgica en el pulmón izquierdo a la que fue sometida el jueves de madrugada en el Hospital Infantil de la capital de Massachusetts.

"Su evolución es favorable y se encuentra estable", apuntó ayer Luis Miguel García, el padre de la menor, que sigue al minuto la convalecencia de Aitana. "Ya han pasado más de 24 horas desde la operación de microcirugía y queda menos para empiecen a desconectar alguna máquina", añadió el progenitor, que refleja cada paso de la recuperación de la pequeña en un blog destinado a las miles de personas que han apoyado a la familia García en su campaña para salvar la vida de Aitana.

Por otro lado, Luis Miguel García visitó ayer el consulado de España en Boston, donde explicó al personal cómo había logrado recaudar casi 100.000 euros para la intervención de su hija. "Se quedaron muy sorprendidos al ver la movilización que ha habido en España", contó el padre de la niña.

García, a quien acompaña su mujer, subrayó que a medida que pasan las horas se acerca más el momento en que el equipo médico dará por terminado el plazo de mayor riesgo para la paciente.

Aitana se enfrentó a la operación con gran entereza. Poco antes de entrar en el quirófano les dijo a sus padres que, en cuanto abandonara la unidad de cuidados intensivos, quería tomar una Coca Cola y una pizza, su bebida y su plato favoritos, según manifestó Luis Miguel García a los medios de comunicación.