La incidencia de la huelga contra la aplicación de la LOMCE convocada ayer por CGT y a la que se adhirieron varios colectivos estudiantiles registró una incidencia mucho mayor entre el alumnado, que llegó a vaciar aulas en varios institutos. Fue el caso del Miguel de Molinos, en Zaragoza, cuyo equipo directivo admitió que la huelga se había notado "muchísimo". Así, en algunos grupos a partir de 4° de ESO se ausentó el 100% del alumnado y algo menos en 2° de Bachillerato, donde la incidencia osciló entre el 60% y el 70%.

También en el Río Gállego hubo clases vacías, sobre todo en los alumnos de más edad --a partir de 3° de ESO se puede hacer huelga sin permiso paterno--. En esos centros, la incidencia entre los docentes fue escasa.

En cualquier caso, los estudiantes cifraron en un 60% el seguimiento de la huelga en líneas generales y admitió que había sido "desigual" entre los centros. Medina Albaida y Miguel Catalán, por ejemplo, detectaron una incidencia mucho menor que alcanzaría alrededor del 30%. También en estos institutos la presencia de docentes en clase fue masiva --apenas dos faltaron en el primero y siete en el segundo--.

En los colegios, las familias optaron mayormente por llevar a sus hijos al colegio. Ramiro Soláns, María Moliner, Eliseo Godoy, Valdespartera o Cortes de Aragón registraron escasas ausencias de escolares aunque hubo más entre los profesores. CGT cifró el seguimiento general entre los docentes en un 25% mientras que el Departamento de Educación la rebajó hasta el 2,3%.

Especialmente relevante fue el paro en el Hermanos Marx de Zaragoza donde faltó el 70% de los docentes--no acudieron 22 de los 36 en plantilla-- y del 80% entre el alumnado. De hecho, en 3° de Primaria solo fueron a clase 11 de los 75 niños, lo que, unido a la falta de maestros, impidió la realización de la segunda prueba individualizada de la LOMCE que se celebró ayer en todos los colegios.

Además, CGT destacó el seguimiento en el Espartidero (70%), Quinto de Ebro (60%), Joaquín Costa (40%), Alpartir y el Val de Atalaya de Maria de Huerva (ambos con un 100%) o el colegio de Pedrola "donde no solo la han secundado más del 30% de los maestros sino que solo se han presentado a las pruebas 11 de los 33 alumnos que estaban citados", indicaron desde el sindicato, que llegó a afirmar que hubo centros en los que tuvo que ser la inspección educativa la que realizase las pruebas ante la ausencia de los maestros. "Esta evaluación no tiene finalidad pedagógica, sino una clasificación del alumnado y los centros, primando la excelencia frente a la igualdad de oportunidades y convirtiendo la educación obligatoria en una carrera de obstáculos y pretendiendo que la educación sea un privilegio de unos pocos", expuso Teresa Olalla, portavoz de CGT.

El rechazo a la reforma educativa promulgada por el ministerio también quedó patente en la manifestación convocada por el sindicato y a la que acudieron más de mil personas y que incluyó una performance crítica hacia la política de la consejera de Educación, Dolores Serrat.