Una pieza de sílex del Paleolítico Medio o Superior y utilizada por el hombre de Neandertal (150.000 al 30.000 a.C.) ha sido hallada en los trabajos de excavación de la necrópolis musulmana de Tauste (Zaragoza) que comenzaron el pasado lunes, 1 de julio.

Desde la Asociación Cultural El Patiaz, impulsora de las excavaciones a través de una campaña de donaciones públicas que sigue abierta, se indica que este hallazgo es "sorprendente", aunque no es la primera vez que aparece una pieza de estas características en la localidad.

El pasado mes de marzo se encontró una punta musteriense, también tallada, y que procedía de la cantera municipal de donde se viene extrayendo grava desde hace décadas.

Las excavaciones en la necrópolis arrancaron en su cuarta fase el pasado 1 de julio y durarán todo el mes.

En la actuación, impulsada por la Asociación Cultural "El Patiaz", trabaja un equipo de voluntarios de arqueología y antropología de la Universidad de Zaragoza bajo la dirección del arqueólogo Francisco Javier Gutiérrez González y el asesoramiento de Carlos Laliena Corbera, catedrático de Historia Medieval de dicha Universidad.

Durante los primeros días se llevó a cabo la eliminación de los restos de las construcciones del siglo XX y a unos 40 centímetros de profundidad apareció un pavimento de yeso y una capa de grava apisonada, correspondiente a una cochera agrícola del siglo XX, cuando en esta zona estaban las eras donde se trillaba la mies.

Inmediatamente debajo de esta capa de zahorra aparecieron los restos humanos, tal y como estaba previsto.

Desde el primer momento se corroboró su pertenencia a la época islámica en Tauste (de comienzos del siglo VIII a inicios del siglo XII), dado que la forma de enterramiento es inconfundible: todos ellos colocados de costado y con la cara orientada hacia La Meca.

En el cuarto día de la excavación se hallaron ya diez individuos adultos cuyo estado de conservación es bastante variable, debido a que estaban cortados o a escasos centímetros de aquel pavimento y han sufrido un proceso de aplastamiento.

Se trata, según la asociación, de un yacimiento de "extrema importancia e incalculable valor que puede cambiar toda la concepción histórica en torno a la presencia musulmana en Tauste" ya que hasta ahora se consideraba dicha presencia meramente anecdótica, mientras que el hallazgo de este cementerio demuestra la existencia de una población estable y asentada en este lugar.

El arqueólogo Francisco Gutiérrez estima una capacidad mínima de unos 4.500 enterramientos en esta necrópolis, que además presenta al menos dos niveles, lo que revela que era extensa en superficie y en periodo de ocupación.

Aún restan tres semanas más de excavaciones arqueológicas, tras las cuales se llevará a cabo un análisis antropológico de los restos hallados a cargo de la antropóloga Miriam Pina, que realizará un estudio básico de los individuos, con determinación de edad, estatura y sexo, además de un análisis paleopatológico de los restos.

En la tercera campaña, realizada en octubre de 2012, este análisis dio lugar al hallazgo de una trepanación en uno de los cráneos exhumados, práctica de índole quirúrgica o ritual consistente en agujerear el cráneo con instrumentos líticos o metálicos. La regeneración del hueso sugiere que el individuo sobrevivió a la trepanación.