El Consejo de Gobierno aprobó ayer la propuesta de proyectos correspondientes al Fondo de Inversiones de Teruel (Fite) 2015, que tienen como objetivo principal el apoyo a iniciativas empresariales y, por tanto, la generación de empleo.

El consejero de Presidencia, Roberto Bermúdez de Castro, recordó, tras la rueda de prensa del órgano de la DGA, que el 23 de marzo se suscribió el convenio de colaboración entre la Administración General de Estado y el Gobierno de Aragón para la financiación de inversiones en la provincia de Teruel, que asegura la inversión de 60 millones de euros.

Fuentes del ejecutivo aseguraron que las inversiones del Fite 2015 son "fundamentales" para apoyar iniciativas empresariales y, por tanto, para la generación de empleo.

La comisión mixta formada por miembros del Estado y de Aragón se reunirá el próximo martes en Teruel para aprobar definitivamente los proyectos que se desarrollarán durante este ejercicio.

Las iniciativas relacionadas con infraestructuras de transportes y comunicaciones ascienden a 43 millones de euros. Se destinarán principalmente a carreteras autonómicas y provinciales, mientras que se dedicarán 16,5 millones a proyectos empresariales, fundamentalmente en los ámbitos industrial, agroalimentario y turístico.

Además, se prevén proyectos por valor de 5,4 millones de euros para apoyar las infraestructuras para la implantación de empresas, y otros 5,6 para la puesta en valor del patrimonio cultural, ambiental y social, entre ellos para el Observatorio Astronómico de Javalambre y la adaptación de caminos naturales y cortafuegos en zonas de alto riesgo

Finalmente, a proyectos estratégicos y singulares se dedicarán 24,2 millones de euros (Ciudad del Motor de Alcañiz, alternativa al Plan Miner o restauración de la catedral de Teruel) y otros cuatro millones a infraestructuras municipales.

El Fondo de Inversión para Teruel supone un espaldarazo tanto a nuevos proyectos como a iniciativas que ya llevan un tiempo de rodaje y que han supuesto un impulso importante para la economía de una provincia atenazada por graves problemas de despoblación, envejecimiento y dispersión.

El Fite trata de que los recursos cubran la mayor extensión posible de una provincia dividida en comarcas muy distintas entre sí, como el Bajo Aragón y la Sierra de Albarracín, sin olvidar las Cuencas Mineras, la Comunidad de Teruel, el Matarraña y el Valle del Jiloca.

De hecho, estos fondos se concibieron como una compensación para una zona de España que presenta serias desventajas en materia de inversiones con respecto a otras provincias.