El Consejo Interterritorial de Salud, que preside la ministra de Sanidad, Ana Mato, y al que pertenecen las comunidades autónomas, acordó ayer, con el objetivo de "proteger a los menores", prohibir el uso de los cigarrillos electrónicos en lugares públicos cerrados.

De este modo, el departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón, que a finales del mes pasado apuntó que no limitaría su uso debido a que "no existe una evidencia científica que demuestre que es perjudicial", acatará la decisión del ministerio y, finalmente, restringirá la utilización del cigarrillo de vapor en centros sanitarios, educativos e infantiles, en el transporte público y en el ámbito de las administraciones públicas, especialmente en oficinas de atención al público

El consejero de Sanidad, Ricardo Oliván, quien no pudo asistir a la reunión celebrada en Madrid debido a que a la misma hora se celebraba en las Cortes de Aragón el debate de tramitación de los presupuestos de la comunidad para el 2014, señaló que el departamento aragonés "avala" la decisión adoptada en la Interterritorial y señaló que "hasta que no se conozcan los efectos para la salud de estos productos y, por consiguiente, compartimos esa posición común con el resto de comunidades de que se priorice la protección a menores, evitando el uso del cigarrillo electrónico en los lugares señalados como públicos", matizó.

VACÍO LEGAL

Respecto a la regulación en el mercado de este producto --la situación actual es de vacío legal debido a la ausencia de normativa--, Oliván matizó que "hay que esperar a lo que dictamine la Unión Europea sobre su perjudicialidad, pero coincidimos en limitar su uso. Eso también alcanza a los ámbitos de publicidad y consumo".

Además, el Consejo Interterritorial también acordó plantear a los grupos parlamentarios equiparar los cigarrillos de vapor a los productos del tabaco mediante una modificación de la actual Ley antitabaco. Por el momento, la limitación del uso de los cigarrillos electrónicos solo la habían adoptado Andalucía y Cataluña por considerar que el producto "contiene sustancias tóxicas" para la salud.

En Aragón, el aumento de las ventas de esta alternativa al tabaco habitual se han disparado en el último año, así como los establecimientos de su venta. En la comunidad, Zaragoza registra un total de 16 centros, mientras que en Huesca y en Barbastro también se pueden encontrar tiendas donde se venden estos productos. En Teruel, por el momento, no se considera que el mercado de venta sea asequible.

En España, el 30% de la población consume tabaco y, como alternativa, existe la opción de los chicles o los parches. "No podemos justificar excepciones con el cigarrillo electrónico sobre las regulaciones del consumo de tabaco, ni en los espacios, ni en las prohibiciones", subrayó ayer el presidente de la Organización Médica Colegial (OMC), Juan José Rodríguez Sendín. "Se pretende dar la sensación de que son una alternativa al tabaco, inocente e inofensiva, y no lo es. Estos cigarrillos son una gran trampa, muy peligrosa y engañosa", dijo.

La opción de consumo por parte de los jóvenes es una preocupación de los médicos. "Estamos preocupados en alerta de que se pueda promocionar como inocuo, cuando provoca adherencia y dependencia. Se busca estimular el consumo precoz de los jóvenes", consideró Sendín.

"¿Pueden ayudar a dejar de fumar durante un tiempo determinado y con el control de un profesional a un fumador?", se preguntó el presidente de la OMC. "Hay que demostrarlo y meditarlo, porque todo lo demás es negativo", respondió.