La autopsia practicada hoy a Víctor Laínez, el zaragozano de 55 años presuntamente asesinado por Rodrigo Lanza el pasado viernes, avala la tesis de que el ataque que le causó la muerte fue a traición, por la espalda. Según pudo saber este diario, la víctima presentaba dos fuertes golpes en la parte trasera lateral de la cabeza, que cuadrarían con un primer impacto que le derribó y un segundo impacto que le causó el fuerte traumatismo craneoencefálico que le dejó en muerte cerebral. También presentaba otras contusiones en el cuerpo, incluso vértebras rotas, pero no se descarta que esto corresponda a la larga e infructuosa reanimación cardiopulmonar de los sanitarios.

El ataque ocurrió cuando la víctima, Víctor Laínez, estaba sola en el bar El Tocadiscos, al que entró Lanza, con otro hombre (ahora imputado por no ayudar a la víctima) y dos chicas. Estas ya están identificadas. En un momento dado comenzaron a increpar a Laínez por su aspecto, en particular por unos tirantes con la bandera de España, llamándole «facha».

Ante los insultos, según la investigación, Laínez decidió abandonar el establecimiento, sin que llegase a haber pelea ni agresión. Fue en el momento en el que la víctima cruzaba el umbral de la puerta cuando, supuestamente, Lanza se acercó por detrás y le golpeó con un objeto contundente que todavía no ha sido encontrado, pero el Grupo de Homicidios de la Policía baraja la hipótesis de que Lanza llevara encima el objeto empleado y que este podría ser un puño americano.

Tras caer al suelo, Lanza y sus amigos abandonaron el local, dejando a Laínez inerte. Los sanitarios no pudieron reanimarle, quedó en muerte cerebral y, ayer, le acabaron por desconectar de las máquinas que le mantenían la respiración. Tras la autopsia, el cuerpo de Laínez fue trasladado ayer al cementerio de Torrero y mañana será enterrado en la localidad zaragozana de Litago, de donde era originaria su familia, pese a que él naciera en Tarrasa.

ANTE EL JUEZ

Mientras sus amigos despedían a la víctima, el detenido el lunes como presunto autor material de la agresión, Rodrigo Lanza, permanece en los calabozos de la Policía Nacional, en los que apurará las 72 horas permitidas por la ley hasta pasar a disposición judicial mañana. Su familia y amigos han emitido hoy un comunicado lamentando el fallecimiento de la víctima, rogando “prudencia” ante las informaciones difundidas y asegurando que no ha podido ser asistido por su abogada durante su detención.

Fuentes de este entorno explicaban que desde que se trasladó a Zaragoza, llegado desde Barcelona tras cumplir una condena de cinco años de prisión por dejar tetrapléjico de una pedrada a un guardia urbano, vivía en la ciudad con normalidad, con trabajo y casa en el barrio de La Magdalena, donde ocurrieron los hechos. Era asiduo del Centro Social Okupado Kike Mur que ocupa el antiguo solar de la cárcel de Torrero, pero aclararon que no vive allí, ya que se trata de un local para conferencias, asambleas y cinefórum, no una casa okupa como tal.

Ayer se sucedieron las condenas institucionales por el crimen, incluido un comunicado conjunto del Ayuntamiento de Zaragoza tras una junta municipal de urgencia, a instancias del PP. El manifiesto de repulsa se leerá durante el minuto de silencio convocado para mañana a mediodía.