La venta de la casa de Luis Buñuel se producirá esta semana a pesar de que en las últimas horas ha habido algún tímido movimiento desde la administración autonómica para evitar que este edificio, obra de Ricardo Magdalena, se convierta en varios apartamentos. Algunos responsables del Gobierno aragonés han sondeado la posibilidad de realizar una contraoferta, pero el desinterés de la Consejería de Cultura y la oferta presentada por los constructores por el edificio hacen muy difícil que ésta pueda llegar. Al no estar catalogada la Casa Buñuel, como se conoce popularmente en Calanda, la administración encuentra más problemas para frenar la operación. La casa tiene además un valor añadido por ser una de las escasas muestras modernistas del Bajo Aragón. Además, los bienes muebles --que no se venden y que no pertenecieron a Buñuel-- y la decoración de los interiores también son muy representativos de esta modalidad artística de principios de siglo XX.

Sólo si estuviera declarada como Bien de Interés Cultural se podría haber frenado esta venta o las instituciones habrían podido iniciar un expediente de descatalogación para adquirirla. La gran cantidad económica invertida en el Bajo Aragón por la DGA hace más difícil el desembolso extra para adquirir esta vivienda, por lo que nunca se ha entrado en la puja por ella. Sólo una vez, hace aproximadamente cinco años, se intentó desde el Gobierno adquirir la casa, pero no hubo acuerdo económico. Desde entonces, nunca más ha habido contactos. Tanto CHA como el PP lamentaron ayer la falta de "criterios y proyectos" de Patrimonio del Gobierno de Aragón.

Ayer mismo, desde Cultura se descartaba la posibilidad de adquirirla, aunque se dejaba abierta esta puerta a otros departamentos del Ejecutivo. Y es que, una vez que la Consejería de Cultura no haya luchado por adquirirla, habría sido posible que el Departamento de Industria hubiera llegado a un acuerdo con el ayuntamiento para convertir la casa del director en una hospedería, algo que llegó a barajarse. Sin embargo, esa posibilidad nunca se ha producido.

La familia Rivera, propietaria del edificio, aseguró ayer a este periódico que los constructores respetarán "la fachada y el patio interior, catalogados por el ayuntamiento". La venta de esta casa se cerrará finalmente por un precio inferior a los 420.000 euros, según confirmó ayer la familia, que añadió que había puesto su confianza en esta constructora porque garantizaron que respetaría "estos elementos". El mantenimiento es muy caro, y esa es una de las razones por las que la familia se desprende del edificio, en el que Buñuel vivió de niño y en el que se alojó cuando ya era internacionalmente reconocido y acudía a su pueblo natal.

Fuentes de Cultura aseguraron que el edificio no se puede catalogar porque la ley de patrimonio es muy estricta con los requisitos. Aún así, aseguraron que "cualquier particular o institución" puede solicitar la catalogación, que sería estudiada por la comisión de patrimonio.