Casi cien personas fueron denunciadas a lo largo del año pasado en Zaragoza por llevar a sus perros, clasificados como potencialmente peligrosos, sin correa ni bozal con los que controlarlos. Así lo expuso la Policía Local de la capital aragonesa a través de su cuenta de Twitter, en la que recordó que la normativa exige estas medidas de precaución (además de estar inscrito en un registro de propietarios), por mucho que el dueño del animal tenga plena confianza en la bondad de su can, por la seguridad de todos.