El Ayuntamiento de Zaragoza busca terrenos y fincas rústicas en la periferia para destinarlos a la agricultura ecológica. Su propósito, de largo recorrido y que hasta ahora no ha tenido éxito, se enmarca en el proyecto de la Unión Europea Huerta Life. Tiene como objetivo crear un banco de tierras para subarrendarlas y destinarlas al cultivo para la recuperación ambiental de los espacios periurbanos mediante la intervención en el ecosistema. El ayuntamiento alquila aquellas parcelas que vayan a ser subarrendadas.

Hace años que se puso en marcha este programa. Hasta ahora se ha estado desarrollando en la finca municipal Torre Santa, en Movera, donde se ubicó la Escuela Agrícola Verde km 0, un centro de formación y de asistencia técnica dedicado a los profesionales en el entorno de la huerta zaragozana.

Lo cierto es que «no ha tenido los resultados esperados», como se indica en el contrato privado de arrendamiento por parte del consistorio, que dispone de un presupuesto máximo de 40.000 euros. Dada la inexistencia de patrimonio municipal rústico para poner en práctica este programa, desde el Gobierno de la ciudad retoman el proceso de búsqueda de parcelas pendientes de desarrollo urbanístico y que se encuentren en los espacios periurbanos. Con el fin de incentivar a los propietarios de los suelos, el consistorio ofrece la posibilidad de llevar a cabo el arrendamiento a favor municipal y subarrendarlos.

CONDICIONES

Las parcelas de uso agrícola no podrán superar las 50 hectáreas y el tiempo mínimo para alquilar será de cinco años, con posibilidad de otros cinco de prórroga. El precio del contrato se establece en 40.000 euros, es decir, se aplicaría un valor unitario máximo de 800 euros por hectárea.

El arrendatario tendrá la obligación de realizar todas las obras y reparaciones que requiera el terreno para conservar la finca y para que se pueda realizar la explotación agroecológica en las mejores condiciones.

El proyecto de Huerta km0 tiene como objetivo la recuperación del suelo fértil en la zona periurbana de la capital, así como la regeneración de la biodiversidad de la flora y la fauna además de la adaptación del suelo cultivable para una agricultura natural. Además, sirve de apoyo para los nuevos ecoagricultores. El Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC), siguiendo el legado del anterior equipo del PSOE, ha hecho una apuesta fuerte por los huertos urbanos y ecológicos desde que llegó a la alcaldía.

De hecho, su desarrollo y potenciación forma parte de su modelo de ciudad. Pero esta práctica no es nueva. Desde hace años ser un agricultor urbanita se ha convertido en toda una moda gracias a la proliferación de huertos urbanos. El consistorio alquila pequeñas parcelas que incluyen todo lo necesario para ejercer los trabajos de cultivo, desde el sistema de riego hasta los cursos de formación.

La ciudad ofrece la posibilidad de cultivar en terrenos de 50 y 31 metros cuadrados repartidos por varias zonas, como Casablanca o la Expo. Hay tres tipos de suelos: sociales, de ocio y asociados.