Que el presupuesto de Zaragoza para el próximo año refleje una imagen fiel de lo que cuestan los servicios al ayuntamiento obligaría a destinar "unos 35 millones de euros más" que este año.

Se dirigirán para gastos esenciales como el transporte, la luz, el alumbrado público o la limpieza viaria que en los últimos ejercicios han estado infradotados --aunque algunos se pusieran al día con modificaciones de crédito en la recta final del ejercicio--, y que representan una parte importante de esa "deuda oculta" de más de cien millones que se encontró Zaragoza en Común (ZeC) al llegar al Gobierno.

La apuesta política de ser realistas en las cifras supondrá elevar el capítulo II, destinado al gasto corriente, por encima de los 290 millones de euros anuales. En el actual ejercicio se presupuestó en 265 y ha acabado siendo, como se esperaba, insuficiente. De hecho, el mes pasado, el responsable de las finanzas municipales, Fernando Rivarés, ya alertó de que se había agotado el dinero para pagar estos servicios. Al mismo tiempo que reiteró su compromiso de no repetir la estrategia de destinar menos dinero de lo que cuestan en las próximas cuentas que él está elaborando.

Ese compromiso le va a suponer, según las fuentes consultadas por este diario, la obligación de destinar unos 10 millones de euros más al transporte público. Por ajustarse al gasto. Aunque eso no despeja una de las incógnitas que deja el plan de ajuste al que el consistorio sigue sujeto para el año próximo, que establece que para el año 2016, Zaragoza debería subvencionar, como máximo, el 40% del coste del servicio. El billete debería cubrir el 60% restante y, según sus propios cálculos, apenas alcanza el 52%. Pero el precio para el usuario sigue otros derroteros, es una competencia que tiene el Gobierno y que puede decidir en el momento que lo considere, no forzosamente junto a los impuestos y tasas que se negocian en las ordenanzas fiscales y que pasan por el pleno.

Pero el bus y el tranvía no son los únicos servicios que requieren de más consignación. También el consumo energético unos 5 millones más o el mantenimiento de los parques, o la limpieza viaria. Compromisos de obligado cumplimiento que este año requerían de 7 millones que no tenían presupuestados.

Son datos de la auditoría que se presentó el pasado mes de septiembre y que los técnicos municipales todavía están actualizando con los datos de este año. Porque otro de los objetivos es mejorar la gestión para que la cifra final se reduzca en la medida de lo posible. Para no detraerlo de otros proyectos a acometer.