Rogelio Silva ha recorrido buena parte del territorio. Ha sido el mayor contacto que el Gobierno ha tenido con las comarcas. Pero su acción no se ha traducido en una mayor inversión en estas instituciones, que fundamentalmente prestan servicios. El resultado más visible ha sido la red de voluntarios de protección civil.

Ha sido un consejero con poco peso político dentro del Gobierno y su labor no se ha sabido reconocer en muchas ocasiones. Realizó una buena negociación para la creación de la ciudad de la justicia. Y no era fácil porque había muchos intereses de por medio. Pero él lo hizo con eficacia y sin asumir excesivo protagonismo.

Esa ha sido una de las características de su gestión. Silva se ha mantenido siempre en un segundo plano. No ha entrado en ningún tipo de polémicas. Se mantuvo al margen con la Ley de Capitalidad, cuando el texto se elaboró en su departamento, y también en la negociación de la ley de Policías Locales. Ha tendido a huir de los problemas, lo que ha terminado por restarle importancia en la estructura de su propio partido.

El PAR ha terminado por dejarlo de lado. José Ángel Biel no ha contado con él para ninguna de las listas importantes de la comunidad. Lo que no le augura un claro futuro político. A pesar de que ha tenido en sus manos una cartera importante, la gestión de asuntos poco agradecidos, ha acabado por relegarlo. Ha sido fácil ver a Biel junto a otros consejeros de su partido, como Arturo Aliaga. Pero no ha ocurrido lo mismo con Rogelio Silva.

El consejero se ha sentido más cómodo marcado las distancias respecto a su partido. Su discurso, a menudo de perfil bajo, y sin estridencias, no ha terminado de encajar en lo que los líderes del PAR buscaban. No ha logrado hacerse un hueco en los medios y su gestión no siempre se ha sabido vender con eficacia. A todo ello se ha sumado que su apoyo orgánico dentro, nunca ha sido fuerte. Algo que se ha hecho evidente en el momento de conformar las listas.

Su gestión ha quedado algo desdibujada, a pesar de que su acción de Gobierno en materia de justicia se ha saldado con logros importantes. Ha sido más un técnico que un político y eso ha terminado por pasarle factura. Ha preferido perder protagonismo políticamente para sentirse más libre al frente de la consejería.