Jamal M. y Djamel M., los dos jóvenes magrebís detenidos el pasado sábado en la calle Conde Aranda de Zaragoza por apuñalar gravemente a un tercero, ingresaron ayer en la prisión de Zuera. El titular del Juzgado de Instrucción número 7 de la capital, Rafael Lasala, así lo decretó después de tomarles declaración como autores de un delito de tentativa de homicidio. El supuesto autor de la agresión en la que se empleó un machete de 50 centímetros aseguró que todo fue para defenderse y que la víctima hubiera sido él, ya que estaba amenazado de muerte. De hecho, presenta una herida en su mano izquierda que los forenses deberán determinar si fue para protegerse.

En concreto, según fuentes consultadas por EL PERIÓDICO, Jamal M. afirmó que el origen de la pelea responde a una cuestión de celos porque compartiría con la víctima «una amiga con derecho a roce». De esta forma, este joven, defendido por la abogada Cristina Remón, rechazó la versión ofrecida por el agredido, quien aseguró que los dos jóvenes y un tercero -que no ha podido ser identificado- le habían robado la cartera, horas antes, en el barrio Oliver y que, casualmente, coincidieron todos ellos en un autobús urbano. Allí los dos sospechosos le habrían instado al herido a bajar a la calle, lugar en el que se produjo la reyerta. Jamal M. reconoció que usó un aerosol para arrebatarle el machete.

El otro de los arrestados, defendido por el penalista Javier Elía, quiso desmarcarse de lo acontecido y mantuvo que él pasaba por ahí, pero que al ver la agresión intentó separarles. Una versión que no coincidiría con la declaración que realizaron el conductor del bus y un taxista ante ante el Grupo de Homicidios de la Policía Nacional. La víctima, que está siendo representada por la abogada Ana Herrando, continúa ingresada en el hospital Miguel Servet. Los médicos que le atendieron han calificado el estado del brazo como «catastrófico», además de reseñar cortes en la cara, en el tórax y en una pierna.