Las fiestas de La Jota no se celebran en honor a un santo sino que conmemoran la riada del Gállego que un 11 de julio de 1906 anegó las calles del barrio. Un origen particular para unos festejos que pretenden lo que la mayoría: "Unir a los vecinos y hacer barrio", afirma Juan Andrés, miembro de la asociación de vecinos La Jota.

Mañana concluyen unos festejos populares plagados de actos para los vecinos y protagonizados por ellos mismos.

Es el caso de lo jóvenes integrantes de los grupos Crisis y Pangalaga; de los mayores que participaron en los campeonatos de guiñote, rabino y petanca; o de las madres que llevarán mañana los cabezudos. Los más pequeños protagonizarán mañana el campeonato de cabezudos elaborados por ellos mismos, en el que "primará la originalidad", apunta Andrés.

A pesar de estar de celebración, no olvidan su principal reivindicación. Juan Andrés recuerda que el barrio "necesita" un instituto de educación secundaria. Los centros La Azucarera y Pilar Lorengar, donde estudian los jóvenes de La Jota, afirma, "están saturados". "Es una pena que los políticos no hayan sido capaces de prevenir que los institutos se quedaban pequeños y no es de recibo que los alumnos den clase en aulas prefabricadas", lamentó.

La fiesta continúa hoy con la salida de los cabezudos a las 19.30 horas y desde las 20.30 horas con la orquesta Valkiria. Mañana a las 19.00 horas, fin de fiesta con el Grupo D'Aragón.