La Policía detuvo el martes a dos jóvenes colombianos como autores de los disparos que el lunes dejaron herido a un joven ecuatoriano de 19 años en Torrero. Les imputan un delito de homicidio en grado de tentativa y otro de tenencia ilícita de armas, habida cuenta de que la pistola de fogueo con la que le atacaron estaba trucada para disparar proyectiles reales. La víctima continúa ingresada en el Miguel Servet, fuera de peligro tras recibir una quemadura en el labio y un impacto de bala en el brazo.

Las investigaciones conjuntas del grupo de Homicidios y el de Atracos de la Jefatura Superior de Policía de Aragón permitieron localizar y detener anteayer a B. C. G. M. y H. F. A. G., de 20 y 18 años, respectivamente, como presuntos autores de la agresión, que sucedió a las 22.15 horas del lunes en la calle San Marcial. Según la Policía, los arrestados abordaron al joven ecuatoriano cuando se disponía a entrar a un inmueble en la citada vía, una calle peatonal de Torrero. Tras atenderle por las lesiones, antes de trasladarle en ambulancia al hospital, el joven identificó a sus agresores.

Ambos fueron soprendidos en la calle, fruto de la vigilancia en los lugares que frecuentaban. Fuentes policiales declinaron especificar cual de los dos es el autor material de los disparos, pero en cualquier caso ambos habrían participado en el asalto al joven ecuatoriano. Los detenidos fueron trasladados a dependencias policiales para tomarles declaración, y ayer pasaron a disposición del Juzgado de Guardia. En principio no se prevén más arrestos, aunque la Policía sigue buscando la pistola trucada.

Los investigadores han descartado totalmente la hipótesis de una reyerta entre bandas latinas. Según el testimonio de la víctima, se trataría de un asunto personal, que rehusaron precisar. Al parecer, los detenidos habían amenazado al joven días atrás a raíz de una supuesta afrenta, pero el herido no había querido denunciar los hechos ante la Policía.

Los dos tiros y el posterior despliegue policial causaron el lunes un gran revuelo en el barrio, ya que los agentes, provistos de chalecos antibalas, se desplegaron alrededor del domicilio de uno de los agresores, en la calle Fray Julián Garcés.