Dos hombres engrosaron ayer la larga lista de accidentados en la N-232, a su paso por Fuentes de Ebro, en el tramo de la ribera baja que parece estar sustituyendo al tradicional Mallén-Figueruelas como el más peligroso de la vía. Ambos, vecinos de la cercana Pina de Ebro y de Híjar, resultaron heridos graves y fueron trasladados al Miguel Servet y al Clínico, donde quedaron ingresados en la uvi.

El siniestro tuvo lugar sobre las 14.45 horas, en el kilómetro 211 de la vía, cuando uno de los dos vehículos invadió, por causas que investiga la Guardia Civil, el sentido contrario de circulación. Ambos turismos quedaron convertidos en un amasijo de hierros, pero el peor parado fue el de A. Q. G., de 40 años, vecino de Híjar.

Mientras la Guardia Civil desviaba la circulación por el casco urbano de Fuentes (estuvo cortada hasta las 16.05 horas), los Bomberos de Zaragoza, los primeros en llegar al lugar por proximidad, excarcelaron al herido que presentaba más riesgo vital por politraumatismos, y le evacuaron al Clínico.

Sus compañeros de la Diputación de Zaragoza, llegados a los pocos minutos desde Caspe, se ocuparon de extraer al otro implicado, J. A. C. B., vecino de Pina, que siguió al otro implicado al Miguel Servet, tras el rescate en el que auxilió Protección Civil de Fuentes. Al más grave le estaban operando al cierre de esta edición, y ambos iban a ser ingresados en la uvi.

No fue el único accidente de tráfico ocurrido ayer en Aragón. Sobre las 7.00 horas, dos hombres (de los que no trascendieron datos) se salían de un camino rural de Sástago, volcando con el coche tras caer por un terraplén. Pese a lo aparatoso del vuelco resultaron heridos leves, según informaron los bomberos de la Diputación, que les auxiliaron.

Otros dos hombres, mayores, sufrieron anteayer un accidente similar en la localidad turolense de Orihuela del Tremedal. En esta ocasión su todoterreno quedó volcado de lado, pero una patrulla de la Guardia Civil les ayudó a salir, y estaban ilesos.