Ecologistas en Acción han cuestionado hoy las diversas iniciativas llevadas a cabo por el Gobierno aragonés para hacer frente a la contaminación por el pesticida lindano provocada por la antigua fábrica de Inquinosa (Industrias Químicas del Noroeste) en Sabiñánigo y su entorno.

En un comunicado, la organización conservacionista lamenta que las convocatorias del Comité de Seguimiento Social del Lindano se limiten a ser "reuniones informativas sobre decisiones ajenas, tomadas de antemano y sin consulta previa" a las partes que conforman este órgano asesor.

A este respecto, destacan que en la reunión mantenida el martes pasado, los ecologistas reiteraron su petición de inicio de un proceso de biomonitorización de la población expuesta a los residuos con el fin de conocer las afecciones causadas a su salud, tal y como fue demandado por un experto de la Comisión Científica del Lindano.

Aseguran que la respuesta que les fue dada en el sentido de que esta comisión había sido disuelta por la administración regional y de que se barajaba un estudio "indefinido" de la salud en general en todo Aragón les dejó "perplejos".

Destacan que durante la referida reunión, los representantes institucionales les comunicaron como "novedoso" la existencia de un vertido de residuos en la parcela de Tiesas Altas, a unos 15 kilómetros de Jaca, una situación, resaltan, que ya había sido denunciada años atrás por Ecologistas en Acción.

Para reforzar su argumento, los conservacionistas aportan en su escrito un documento emitido en febrero de 1978 por el Ayuntamiento de Jaca en el que se informa de la detección de un vertido ilegal de unas 3 toneladas de lindano en Tiesas Altas y se prohíbe a Inquinosa a realizar nuevos vertidos.

Afirman desde esta asociación que este documento, ante la "desidia" del Gobierno aragonés, fue aportado tiempo atrás a la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), desde donde se instó la actuación de los técnicos de medio ambiente de la administración regional.

Resaltan, por otra parte, los "nulos resultados" del intento de recopilar datos de otros posibles vertidos dispersos a través de anuncios en tablones municipales, que achacan al escaso interés de los habitantes de estas poblaciones en consultar datos a través de este sistema.

En dicha reunión, añaden los conservacionistas, los representantes de la administración admitieron que habían llegado "demasiado tarde" a la búsqueda de datos solventes ya que el conductor contratado por Inquinosa que realizó los vertidos incontrolados había fallecido hace diez años.

"También nos resultó desconcertante -subrayan-, que se pretenda ensayar los modos de dispersión de polvo en la zona de la fábrica de Inquinosa, con vistas a su demolición".

A este respecto, señalan que lo "primordial" es evitar la dispersión de emisiones de polvo y de aerosoles de materias peligrosas en proceso, mediante un proceso previo de aislamiento de los edificios.

A juicio de los ecologistas, "parece que no han aprendido nada de los desgraciados episodios del traslado del vertedero de Bailín", instalación próxima a Sabiñánigo donde Inquinosa realizó la mayor parte de sus vertidos.

Los conservacionistas lamentan, por otra parte, la "ambigua" respuesta obtenida a la pregunta que formularon en el comité respecto a los resultados de la "compra pública de innovación", al afirmarse desde la administración de que se trata de un procedimiento "muy novedoso, y por tanto muy inespecífico".

Para los ecologistas, "la inoperancia de este comité es palmaria, y si lo que se pretende es realizar reuniones meramente informativas, más vale que se le llame por su verdadero nombre y se extinga, al igual que la Consejería (de Medio Ambiente) ha hecho con el Comité Científico".