Pese a que su apariencia oscura y eminentemente práctica, el patrimonio industrial es también un valor singular y relevante de las ciudades del planeta. La Unesco así lo interpreta y pone en valor, catalogando como obras patrimonio de la humanidad algunas de las edificaciones más espectaculares de la edad industrial, como el puente de Portugalete en Bilbao, única obra de estas características destacada por la organización en España.

Zaragoza no cuenta con edificaciones industriales patrimonio de la humanidad, pero sí con un buen puñado de vestigios de otros tiempos, no tan lejanos: la Harinera, la Azucarera, la estación ferroviaria del Norte o el Matadero. Precisamente en este último se celebró el pasado miércoles las jornadas de convivencia entre las escuelas asociadas a la Unesco en Aragón. El objetivo: poner en valor el patrimonio industrial de Zaragoza a niños de 5° y 6° de Primaria.

"Está algo olvidado, pero tiene un gran valor", explicó la coordinadora autonómica de la organización en Aragón, Águeda Tutor Monge. La jornada, celebrada a nivel nacional, sirvió para que los más pequeño se acercaran al proceso de industrialización de Aragón. "Cómo cambió el paisaje del Ebro, cómo creció la ciudad y por qué y cómo afectó la llegada de la industria a Aragón y Zaragoza", indicó Tutor.

Los escolares pudieron observar cómo espacios industriales, como la Harinera, la Estación del Norte o el Matadero, se han transformado ahora en espacios públicos. La iniciativa contó con la colaboración del centro de mayores Salvador Allende. Ellos fueron los encargados de contar a los alumnos cómo se mataba al ganado en el edificio.

Participaron más de 200 niños aragoneses, provenientes de seis centros: el colegio Sagrada Familia; el centro de Música Santa María; el CEIP Andrés Oliván; el Colegio Compañía de María; Colegio Marianistas y el CRA Ariño Alloza. Otras escuelas asociadas no pudieron acudir, pero sí trabajaron desde sus respectivos centros.