El monasterio de Sijena sigue poniéndose a punto para albergar la colección de obras de arte devuelta, la todavía retenida en Cataluña y las pinturas murales. Ayer mismo, coincidiendo con la formalización del contrato de obras, empezaron los trabajos de restauración de la Sala Capitular, que debe albergar la colección completa de piezas de arte (las 53 devueltas por la Generalitat en julio y las 44 que siguen pendientes de entrega por parte del Museo de Lérida) y las pinturas murales arrancadas durante la guerra civil y que se conservan en el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC).

"Las obras ya han empezado", manifestó ayer Alfonso Salillas, alcalde de Villanueva de Sijena, que mostró su "satisfacción" por este nuevo avance hacia la normalización del patrimonio de la localidad. "Ya se ha instalado una grúa y ahora disponen de un plazo de cinco meses para reparar la cubierta y resolver el problema de humedades", aseguró.

Las obras cuentan con un presupuesto de 252.700 euros y están propuestas para ser cofinanciadas por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional, a través del Programa Operativo Feder 2014-2020.

Salillas manifestó que las autoridades catalanas se habían escudado en los problemas de humedades del monasterio para justificar su negativa a devolver las pinturas de la sala capitular. Pero, en adelante, manifestó el regidor, la Generalitat ya no tendrá ese pretexto para retenerlas en el MNAC.

Con la mejora de la sala capitular, se trasladarán a la misma las 53 piezas custodiadas desde el pasado mes de julio en otra dependencia del cenobio, donde hallaron un refugio temporal, a la espera de que avanzaran los trabajos de recuperación del monasterio, que data del siglo XIII y presenta zonas en buen estado y otras en estado ruinoso.

La larga polémica sobre los bienes de Sijena ha convertido el monasterio en un foco de atracción. Numerosas personas se acercan al edificio, que alberga una comunidad religiosa compuesta po 22 monjas, para recorrer las estancias que se muestran al público.

El recorrido dura media hora y permite ver la iglesia y el antiguo refectorio, pero, con las reformas, se rescatarán dependencias que se han ido deteriorando con el paso del tiempo y que están destinadas a convertirse en un espacio expositivo.