Los trabajadores del Operativo de Prevención y Extinción de Incendios empezaron el pasado miércoles una tanda de encierros y pernoctaciones en las bases ante un trato por la empresa Sarga y los técnicos de la DGA que califican de "humillante". Denuncian que reciben amenazas de hacer informes negativos que pueden poner en riesgo el puesto de trabajo para la siguiente campaña, tanto de técnicos de Sarga como de la DGA. Por eso, continuarán con las movilizaciones mientras la situación no mejore.

En la primera ocasión, estuvieron acompañados de sus familias, para mostrar que el problema no solo afecta a los 1.000 trabajadores.

Desde la candidatura independiente de Sarga consideran que estas situaciones se están generando por la falta de definición desde la esfera política y denuncian que "estas situaciones son conocidas no sólo por Sarga, sino también por la DGA". Reclaman al nuevo Gobierno que tome una postura clara para terminar con "el sufrimiento de 1.000 familias".

Entre las denuncias destacan la vigilancia a los trabajadores con prismáticos o la amenaza de informes negativos que ponen en riesgo el trabajo futuro.