La falta de precipitaciones en la cuenca del Ebro y la merma de agua embalsada, acrecentada por la alta demanda de riegos en estas fechas del verano, está causando que diversos sistemas estén en fase de alerta. Respecto al pasado mes de julio, el Canal de Aragón y Cataluña ha entrado en alerta ante la escasa entrada de caudales a una infraestructura que abastece para el riego a una extensa parte del Aragón oriental.

Si bien el índice global de las reservas de embalses están en una mejor situación, con la incorporación del Canal de Aragón y Cataluña a las infraestructuras en alerta, son ya cinco las juntas de explotación que están en este estado. Además del Canal, también hay problemas en las cuencas del Huerva y el Aguas Vivas y del Aragón y el Arba. Además, el embalse de Yesa está a punto de entrar en el estado de emergencia, situado en los 126 hectómetros cúbicos. Esta era la cifra que tenía ayer según los datos del Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) de la Confederación Hidrográfica del Ebro. Actualmente está al 28% de su capacidad.

MEDIANO La situación en otros embalses tampoco es nada halagüeña. Es el caso de Mediano, en el río Cinca, que apenas supera el 19%. A pesar de las escasas reservas, inferiores a la media de los últimos cinco años, estas se sitúan en el 54%. Hace un año por estas fechas, la cantidad rondaba el 70%.

El Gobierno estudiará la posibilidad de convocar en los próximos días, si es necesario, la Mesa de la Sequía. Desde hace tres semanas, los regantes de los tres grandes sistemas aragoneses están aplicando autorestricciones para tratar de llegar al final de la campaña de riegos sin problemas, aunque en los regantes cunde el pesimismo si no llueve de manera inmediata en las próximas semanas.