Cinco días después de su inauguración oficial, la estación central de autobuses Zaragoza-Delicias sigue herméticamente cerrada al tráfico privado. De momento, solo pueden acceder al recinto autobuses urbanos y taxis, con lo que numerosos usuarios que van en coches particulares no tienen más opción que estacionar en el párking de pago situado bajo la estación o arriesgarse a dejar sus vehículos en una zona donde está prohibido el aparcamiento, junto a la parada de taxis.

Esta deficiencia del nuevo servicio está generando graves problemas a muchos viajeros y a sus acompañantes, que tienen que recorrer a pie una distancia considerable. Pero la situación podría prolongarse todavía otras dos semanas, hasta tanto no estén terminadas las obras del vestíbulo de llegadas, situado en el ala oeste del edificio de la estación intermodal.

Las obras dependen del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias, que ha decidido bloquear el paso de vehículos particulares "por razones de seguridad", según fuentes de la estación de autobuses.

"Acabo de llegar de Logroño y no sé cómo se las va a arreglar un familiar para venir a buscarme aquí", protestó en la tarde de ayer una usuaria de la estación que aguardaba junto a la parada de autobús existente en el vial norte, que todavía tiene carácter provisional.

Además, los taxis llegan todavía en escaso número y con baja frecuencia hasta la puerta por la que sale la mayoría de los viajeros. "Hasta la estación de autobuses solo llegan los taxis que van a depositar clientes, casi ningún chófer va de propio hasta allí", comentó un taxista. De hecho, la mayoría de los taxis se concentra junto a la entrada situada en lado este, donde confluyen los viajeros del tren y disponen de hasta tres carriles para esperar a sus clientes.

"La estación funciona al 10% de su capacidad", reconoció Antonio González, director de la nueva terminal, que aseguró que la situación se irá normalizando a medida que se terminen las obras y otras compañías empiecen a operar desde Zaragoza-Delicias. De momento solo lo hacen dos, Jiménez y Cinco Villas, pero los días 28 de mayo y 4 de junio se les unirán las empresas que aún siguen abiertas en sus locales habituales del centro de Zaragoza.

"El párking no es la solución para acceder a la estación de autobuses, pues no está bien señalizado y mucha gente es reacia a pagar por estacionar", comentó otro taxista.