Los centros no son un espacio seguro para los jóvenes que no responden a las expectativas de género y los niveles de acoso escolar por homofobia y transfobia son muy elevados en todo el sistema educativo español. Incluso, esa exclusión y violencia es producida y tolerada en no pocas ocasiones por docentes. Así lo aseguró ayer la presidenta de la Asociación Estatal de Familias de Menores Transexuales Chrysallis, Natalia Aventín, que compareció ayer en la comisión especial contra el acoso escolar de las Cortes de Aragón.

Aventín remarcó que el principal motivo para el acoso, el insulto y la burla es la homofobia y la transfobia y que los insultos que más se utiliza son «maricón, bollera, travelo o marimacho», pero no es un problema exclusivo del sistema educativo español, ya que ocurre lo mismo en Francia, Portugal o el Reino Unido.

Sin embargo, indicó que Aragón ha registrado «pocos problemas» de aceptación del alumnado transexual. De este modo, la comunidad autónoma no es objeto especial de preocupación en cuanto a la situación que viven las familias en los colegios, «siempre expectantes a que los directores y profesores empaticen con los niños transexuales», expuso Aventín, que, además valoró positivamente las orientaciones que el Departamento de Educación ha trasladado a los centros respecto a este alumnado, ya que a las familias les supone «un respaldo» y cambia su posición «mendicante» de respeto hacia los hijos.

En todo caso, la asociación advierte del «elevado» nivel de homofobia y transfobia en el sistema educativo español y de que la exclusión y violencia es producida o tolerada en ocasiones por profesionales de la educación, basándose en un estudio de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB) Acoso escolar homofóbico y riesgo de suicidio en adolescentes y jóvenes lesbianas, gais y transexuales”, realizado en el 2012. Sobre una encuesta a 653 menores de 25 años, el 43% había llegado a la idea del suicidio, el 35% lo había planificado y el 17% restante lo había intentado en una o varias ocasiones.

Según sus datos, el 75% de los alumnos ha sido testigo de rumores, insultos y burlas por orientación o identidad sexual, el 6,4% ha presenciado palizas y el 43% de los jóvenes de 12 a 25 años que ha sufrido acoso ha pensado en suicidarse.