--El día 4 se cumplen seis meses desde su nombramiento como secretario de Estado de Investigación. ¿Qué balance hace?

--Cuando me nombraron secretario de Estado me encomendaron culminar la elaboración de un texto de la nueva Ley de Ciencia, Tecnología e Innovación. Afortunadamente, me encontré con un trabajo ya hecho y avanzado y, tras un periodo de observaciones por parte de la comunidad científica, nos centramos en elaborar una nueva propuesta, que se llevó a cabo el 22 de febrero y que pasó por Consejo de Ministros el 11 de marzo. Finalmente, el texto fue aprobado el 7 de mayo y se llevará ahora a las Cortes para cumplir con los trámites reglamentarios para tener cuanto antes un nuevo marco.

--¿Qué novedades incluye?

--La principal es que se incorpora la Innovación, que en el borrador que me encontré no figuraba y se refería únicamente a Ciencia y Tecnología. En todo caso, hablamos de un documento que, cuando se apruebe, será el nuevo marco en el que se alberguen estas disciplinas durante, ojalá, más de 20 años, que es lo que ha durado el anterior.

--Una nueva ley en tiempos difíciles...

--Es verdad que estamos en un escenario de crisis económica, pero estamos hablando de un marco normativo de futuro en el que la ciencia, la investigación y la innovación contribuyan a salir de la crisis y, cuanto antes tengamos un marco normativo de futuro, mejor responderá la comunidad científica.

--¿La ciencia como antídoto contra la crisis económica?

--No soy hombre de lamentos, sino de realidades. Quiero demostrar que con el marco normativo nuevo podemos ayudar a científicos y también a la ciudadanía a resolver problemas planteados con esta crisis, ya que será un modelo basado en los propios conocimientos.

--¿Cómo se ve Aragón desde fuera?

--Aragón se ve con un potencial tremendo, suma de los centros de investigación, de la universidad y, sobre todo, respecto al potencial humano, que es la principal receta de las instituciones. Poseemos una historia que hay que aprovechar y un gran potencial, y tenemos la obligación de ayudar a las personas e instituciones a que lo desarrollen. Se trata de consolidar las capacidades e incrementarlas cuanto sea posible, pero no solo hablo de los centros universitarios sino también de los que dependen del Gobierno de Aragón. La población de esta comunidad es la que es, pero en el ámbito científico, por historia, tiene un importante reconocimiento nacional e internacional.

--¿Siente orgullo por haber contribuido a ello?

--Hablo de Aragón con mucho orgullo. Soy de los que piensan que los sentimientos localistas son compatibles con la labor política nacional. La investigación no entiende de fronteras, pero hablar de Aragón y la institución universitaria me llena de orgullo porque el mayor honor de mi vida ha sido ser rector de la Universidad de Zaragoza.

--¿Cuál es el mayor potencial de Aragón y en qué debe mejorar en el ámbito investigador?

--Lo mejor es el potencial humano y la preparación. Donde debemos centrar el esfuerzo es en captar talentos que vengan a Aragón y que lo que haya supuesto de inversión redunde en progreso para los ciudadanos. Se trata de retener, pero en un término entendido también como movilidad y proyección internacional. Me refiero a la captación de talentos para que se queden en una comunidad acogedora y con grandes infraestructuras para investigadores.

--¿Cómo valora que la investigación sufriera uno de los mayores recortes en los presupuestos de la Universidad de Zaragoza tras la rebaja en la partida procedente del Gobierno de Aragón?

--No hablo de los presupuestos de otra institución ni de su competencia para distribuirlos. Puedo hablar del presupuesto del Gobierno de España en Ciencia e Investigación, que este año ha superado el 3% de incremento y con opciones de aumentar fuentes de ingresos mediante convenios y colaboraciones. Esa es la línea a seguir.

--La universidad dice que su situación económica no puede sostenerse más de un año...

--No puedo comentar nada.

--¿El recorte perjudicará a la puesta en marcha del instituto de cambio climático (I2C2)?

--Se está trabajando en los compromisos adquiridos con Aragón y lo vamos a llevar adelante. Nuestra voluntad es sacar el proyecto cuanto antes.

--Eva Almunia y usted encabezan una amplia nómina de personalidades aragonesas llegadas de Educación a cargos estatales. ¿A qué achaca esa numerosa representación?

--Me he movido en el ámbito educativo toda mi vida y en Aragón siempre se ha percibido una preocupación específica por los temas educativos. Esta comunidad ha tenido unos buenos profesionales de la educación y de gente con vocación surgen más vocaciones. Percibo que las personas que hemos tenido la posibilidad de participar en la política educativa tenemos un compromiso con la educación de los ciudadanos y con las generaciones futuras porque nos preocupa la base de la sociedad y su progreso.