Por unanimidad, sin debate y sin ningún pero en la bancada de la oposición. Así salió ayer aprobado uno de los proyectos más singulares que se prevén desarrollar a corto o medio plazo en el centro de Zaragoza. En la superficie que ocupa el antiguo Garage Aragón, contiguo a la iglesia de San Miguel de los Navarros y con salida al paseo de la Mina y la calle Allué Salvador. Un inmueble que será derribado para ser sustituido por dos bloques de viviendas, para un máximo de 21 pisos, una vía peatonal que conectará ambos viales y un nuevo punto de encuentro público con hasta tres plantas subterráneas de aparcamiento con capacidad para cien nuevas plazas en una zona que adolece de falta de estacionamientos. Un enclave singular al que el arquitecto Joaquín Sicilia ya ha dado forma e imagen a la que empezar a acostumbrarse. Y al que el pleno del Ayuntamiento de Zaragoza acaba de dar luz verde.

El Plan Especial para la Reforma Interior (PERI) de este área, denominada F-05-1 en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), recibía yer el impulso decisivo con el respaldo de todos los grupos políticos. Mientras los propietarios del inmueble mantienen en venta las instalaciones del aparcamiento dos años después de su cierre. Un expediente que ya ha recibido el visto bueno de Patrimonio y en el que, como prescripciones a cumplir, están la conservación de las dos fachadas, la del paseo de la Mina y la de Allué Salvador, que servirán de puerta de entrada a una especie de plaza pública que servirá también de acceso a los dos bloques de viviendas previstos.

ESCOLLO // La edificabilidad permitida es de 2.449,42 metros cuadrados, con lo que el máximo de pisos a construir serían 20 o 21, dejando muy lejos la posibilidad de que esta edificación nueva alcance las siete plantas que como máximo permite el PGOU para este suelo. Seguramente, como destaca la propuesta de Sicilia, se quedarían en cuatro alturas, dejando el resto para el subsuelo y el aparcamiento, a razón de «unos mil metros cuadrados por planta y capacidad para 100 o 120 plazas». Un máximo que excede en mucho las 26 que, en base a la normativa, estaría obligado a construir para las viviendas. Pero es hoy el principal escollo a salvar con el ayuntamiento.

Porque, recuerda el expediente, que este subsuelo formaría parte de la cesión al consistorio por parte de la propiedad. Este mantendría la titularidad pública de esta infraestructura y, al contrario de como pretenden los promotores, la aprobación de este plan especial no implica que se baraje la enajenación de este subsuelo. Una práctica que sirvió para desbloquear el párking de la calle Moret, que a solo cien metros de esta nave, prevé poner en servicio 230 plazas de estacionamiento en junio de este año.

El proyecto alude a la posibilidad de que este aparcamiento siga el mismo trámite y pueda servir para comercializar estas plazas pero todavía está por resolver. El ayuntamiento no ha dado consentimiento alguno y, en este punto, ni siquiera formaba parte del debate.

Sin embargo, lo más importante de la propuesta de Sicilia es la de abrir al ciudadano un espacio que ahora permanece cerrado a cal y canto y está en el mercado inmobiliario para quien lo quiera comprar. Ahora los interesados en la propiedad deberán saber que esta zona hay que preservar 700 metros cuadrados para este nuevo espacio público que, además, estará integrado en un vial peatonal entre Allué Salvador y paseo de la Mina.

El promotor deberá salvaguardar las edificaciones pertenecientes a la iglesia de San Miguel de los Navarros, proporcionar estos espacios de tránsito ciudadano como parte de la cesión del 55% que se debe hacer al consistorio y, a cambio, tendrá la posibilidad de edificar. Un total de veintiuna viviendas que deberán dar rendimiento económico suficiente para sufragar todo el proyecto.