El general Jerónimo de Gregorio apostó ayer por minimizar los aspectos negativos y potenciar los positivos de las migraciones para que en el futuro estos flujos puedan convertirse en una «gran oportunidad». Eso es lo que manifestó en la conferencia inaugural del XXIV curso internacional de defensa, Migraciones: repaso conceptual, que se celebrará hasta el 30 de septiembre en la localidad oscense de Jaca y en el que se analizará y debatirá sobre el fenómeno migratorio.

De Gregorio ofreció numerosos datos para la reflexión como que según ACNUR, «el desplazamiento forzado global en 2015 ha alcanzado niveles sin precedentes afectando 65,3 millones de personas como consecuencia de la persecución, los conflictos, la violencia generalizada o las violaciones de derechos humanos».

También señaló que el año pasado hubo más de 12 millones de nuevos desplazados por conflictos y que solo en Siria, la guerra civil ha expulsado de sus hogares a la mitad de la población.

Asimismo, reflexionó sobre las perspectivas de lo que puede suceder en el continente africano en relación a los flujos migratorios.

«En África, el crecimiento actual de la población se come el crecimiento de la riqueza», explicó. «Desde 1950 la riqueza en este continente se ha multiplicado por siete pero la riqueza per cápita solo por dos, lo que hace pensar que los flujos migratorios por temas económicos continuarán». En su intervención insistió en la importancia de diferenciar entre migrante y refugiado.

Por su parte, el catedrático de la Universidad Complutense y presidente del Patronato del Instituto de Empresa Universidad, Rafael Puyol, analizó los flujos migratorios actuales, sus características, tipos y movimientos.

Entre otras cosas, hizo hincapié en los miedos que hay en la sociedad alrededor de este fenómeno.

A este acto asistieron Manuel Ramón, alcalde de Jaca; María Teresa Lacruz, subdelegada del Gobierno en Huesca; y José Luis Abad, delegado territorial del Gobierno de Aragón en Huesca, entre otros.